Decididamente el mejor homenaje que se le pude hacer al extraordinario Ricardo Espalter es no linkear ningún video de YouTube, ya que lo poco que se puede encontrar en internet con su participación apesta. Es como si se muriera Borges -ponele -y la única referencia que se encontrara es el poema apócrifo “Instantes”. O como si se muriera Stevie Wonder y la única canción que permaneciera para recordarlo fuera “I just call to say I love you”. O como si… Bueno, se puede jugar a este juego durante horas.
En lugar de eso, recordémoslo -hasta tanto el que tiene los U-matic de Toto Paniagua juntando polvo en un sótano se ponga las pilas -como una Gloria de la Uruguayidad cuya obra, desgraciadamente, se encuentra extraviada (destino compartido con la gloriosa “Mesa de Noticias”).
Y a vos, YouTube, te digo: ¡No existís, no servís para nada, morite, poné lo de Espalter en serio!
Miren, qué se yo, una rana de ocho patas.
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