Se trata de un dispositivo diabólicamente implantado en gran diversidad de productos (ropa) para evitar que te chafes algo. Dentro del .cyberforúnculo. que emerge de la superficie de lo que parece una inofensiva plaqueta de plástico, se encuentra un diabólico ingenio, máquina, cerebro electrónico o tal vez un disparador de invisibles lásers que acciona .al intentar .pasarlo. con aire ausente por la salida del local -una serie de alarmas y chillidos, tal como si se tratara de un niÑo alcahuete y obeso, de voz muy muy aguda y una cáscara de mocos endurecidos bajo la nariz. La única forma de inutilizar al .Buchón. es arrancarlo del artículo a adquirir, para lo cual se requiere un alicate o tal vez dinamita; el problema es que en el proceso pueden daÑarse esos pantalones de corderoy de primera marca. Otras opciones pueden ser: estropearlo a martillazos, conseguir en algún lado la herramienta (¿.Sacabuche.?) que utilizan los empleados del local para quitarlo, o pasar bien bien rapidito, tomando ventaja de la lentiutud de reacción del guardia de seguridad. En ciertos casos, también se puede pagar.
miércoles, 28 de marzo de 2007
Coso 76: El “Buchón”
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