La profusión de “sevicios extra” que ofrecen las empresas de telefonía celular a través de afiches callejeros y publicidades televisivas pueden resultar un poco confusas. O el mercado para la telefonía celular es inmenso e infinito, o están desesperados por ver a quién le encajan sus aparatitos.
Lo más extraÑo de todo esto, sin embargo , es el tipo de atractivos extra que los usuarios de celulares parecen estar dispuestos a comprar: desde aparatitos para sacar fotitos, utilidades para mandarse mensajitos, ruiditos, musiquitas, jueguitos, telenovelitas y modelos con diferentes colorcitos a un “exclusivo programa de Stand Up a través del celular”, protagonizado por grandes maestros del humor argentino como PABLO RAGO.
La palabra que me viene a la mente es “juguete”, claro. El día que los dueÑos de celulares (por no mencionar a usuarios de internet, dueÑos de computadoras o automovilistas, que también podríamos incluir en esta bolsa) se den cuenta de que están comprando JUGUETES DE DOSCIENTOS PESOS se levantarán indignados y correrán a quemar sus teléfonos en una hoguera pública al salvaje grito de “¡tengo más de dieciocho aÑos, diantre!” (bueno, lo de “diantre” es un agregado mío. A lo mejor es un poco fuerte) O, para no estar malgastando tecnología – ni hogueras -, se los regalarán a los destinatarios apropiados de estas campaÑas: sus hijitos o hermanitos menores.
No es del todo culpa nuestra, claro, haber aceptado esta infantilización inducida; en realidad esta trampa se viene preparando desde fines de la década del setenta: En esa época primigenia se vendía en tu juguetería amiga el “Pocketeer” .
Se trataba de un pequeÑo polígono de bolsillo que incluía jueguitos, colorcitos y ruiditos, y que para el niÑo medio de esa época, que a duras penas tomaba contacto con avanzadísimos videojuegos como el “Pong” durante las dos semanas que vacacionaba en Villa Gesell, representaba un artefacto de la Era Espacial de bolsillo; el paralelismo con el celular me resulta tan poco casual que en comparación cualquier teoría conspirativa me suena a un inocente chiste del chicle Bazooka.
Por eso predigo que en los próximos meses el Gran Plan de Encajamiento Compulsivo de Celulares incluirá ellanzamiento de las siguientes prestaciones – impresas como irresistibles en nuestro Inconsciente: Un celular que materializará todas las semanas, en un gabinete especial con forma de ATAúD DE CHOCOLATE, la efigie de un luchador de catch; Un celular con una fina resistencia en la punta para cortar divertidas figuras de telgopor; Y, por supuesto, un celular con una pequeÑa pecera para minúsculos seres vivientes que nos venderán en un sobre aparte, con la leyenda “Instant Life!”
RESUMEN FACILISTA DE LA NOTA: Los celulares y los “Pocketeers” son CASI LO MISMO!
Publicado a las 11:12 p.m.
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