martes, 8 de noviembre de 2005

¡DOCTOR TRANCA ENSEÑA CóMO COMPORTARSE MASCULINAMENTE EN EL LOCAL DE COMIDAS RáPIDAS!





Drtranca.gifEscribe el Dr. Tranca

Premio Nobel de Facto de la Medicina Ilegal

ayudemedrtranca@ubbi.com



¿ES MASCULINO COMER EN UN LUGAR DONDE LADECORACIóN CONSISTE EN COLORES ROJOS Y AMARILLOS CHILLONES E IMáGENES DE PAYASOS Y COSAS ASí?


En primer lugar, decir la palabra “decoración” ya le baja varios puntos en su hombría, pero eso lo podríamos solucionar con unas vitaminas (acérquese a mi consultorio cualquier dia no antes de las cuatro de la tarde que tengo el sueÑo medio pesado); y ya metiéndonos en este deleznable tema, en estos recintos podemos estar seguros de que nos veremos libres de colores pasteles, colores complementarios, colores secundarios, colores universitarios, degradés y demás porquerías decadentes. Pueden decirme anticuado pero sólo me siento tranquilo rodeado de colores primarios. Son confiables, honestos, sin ambigüs y estimulan la pituitaria – una cosa que encontré en el Google el otro día y que parece que todos tenemos. Lo de los payasos es más complicado pero se puede sobrellevar si no los miramos directo a los ojos.


¿NO ES DEGRADANTE TENER QUE LLEVAR LA BANDEJITA UNO MISMO COMO SI FUERA UNA MUCAMITA FRANCESA CON MINIFALDA, COFIA, DELANTALCITO CON PUNTILLAS Y SALTICANDO MIENTRAS PLUMEREAMOS EL LUGAR GORJEANDO “OH, LA, LA, OH, LA, LA”?


Tengo que reconocer que un hombre de bien no puede menos que sentirse la protagonista de una película porno en plenas funciones cada vez que se dirige a la mesa portando su ración. Sin embargo un ejercicio de visualización, donde convertimos el local en un campamento militar en medio de la jungla y al sonriente mequetrefe disfrazado que se refugia cobardemente detrás de su caja registradora en un cocinero obeso y con un delantal cubierto de enormes lamparones grasientos alcanzará para recordarnos la entraÑable hora del rancho durante la época de nuestro entrenamiento militar.


¿Y QUé PASA SI NO TUVIMOS ENTRENAMIENTO MILITAR?


Cómprese una cofia.


TODOS SABEMOS QUE EN ESTOS LUGARES SE UTILIZA LA CARNE DE UNA LOMBRIZ GIGANTE. ¿ESO NO NOS CONVIERTE EN VEGETARIANOS?


Sí, y he luchado contra este problema de conciencia toda mi vida. Pero hace poco he leído que algunos autores consideran que la lombriz pertenece al reino animal (cosa sorprendente teniendo en cuenta que come tierra y que además no tiene patas ni grita), lo que nos da algunas esperanzas.


¿PUEDO HACER ALGO AL RESPECTO?


En principio hay que pedir que no la cocinen mucho, porque cuanto más cocida está, más vegetal es. Por otro lado la O.N.G ADECOCOCARO (Asociación de Consumidores Compulsivos de Carnes Rojas) ya ha realizado varios escraches exigiendo que se maten vacas en serio, o que por lo menos disimulen un poco poniéndole a la lombriz un cencerro o unos cuernitos de plástico. Pueden colaborar con la Asociación económicamente (me pueden alcanzar a mí la plata y yo después se las mando.


¿SON SEGUROS LOS PELOTEROS QUE SE ENCUENTRAN EN ESTOS LUGARES?


Siendo un hombre de ciencia estoy convencido que si te toca te toca, pero siempre conviene hacer un chequeo preventivo. Antes de arrojar allí a las nenas, suelo colgarme del muro exterior del pelotero y sacudirlo como si fuera un presidiario con un ataque de furia (para darle mayor realismo a la cosa, grito salvajemente); de este modo compruebo si la estructura del pelotero es lo suficientemente sólida. Si no estoy conforme, le empiezo a pegar patadas y llaverazos (tengo uno de esos llaveros hechos con una gran cadena oxidada que se usan tanto). Si aún así me da desconfianza, me meto un rato cuando el seguridad no está mirando y corro como un loco y pateo la jaula y las pelotas – gritando – para asegurarme de que no pase nada. Recién ahí dejo que las trillizas entren, porque la responsabilidad ante todo y aparte con la madre yo ya no quiero tener más problemas legales.


¿ALLí YA PODEMOS QUEDARNOS TRANQUILOS?


No, porque hoy en día hay mucho degeneradito suelto, así que con un ojo yo pelo la pielcita de lombriz de mi hamburguesa – a veces se la dejan – y con el otro vigilo a los prisioneros, algo para lo que he sido entrenado cuando trabajaba de otra cosa , hace tiempo – no puedo decir mucho más. Si algún niÑo molesta a las nenas, o si molesta a otro niÑo, o si me da la impresión, por la cara que tene, de que un niÑo puede llegar a molestar a otro en algún momento – no necesariamente aquí y ahora –me meto en el pelotero y hablo personalmente con el inadaptado. Por lo general no hace falta llegar a las manos.


¿NO ES MEJOR HABLAR CON EL PADRE?


A lo mejor soy yo, pero a mí me gusta hablar las cosas cara a cara, sin mediadores ni intermediarios ni negociadores ni cosas raras. Ahora, si ustedes no son lo suficientemente hombres para enfrentar al provocador en sí, siempre está el recurso mencionado anteriormente de la cofia. Por la calle Salta hay un negocio de ropa para empleadas domésticas que tiene buenos precios. Suerte.


Publicado a las 08:30 a.m.


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