miércoles, 16 de noviembre de 2005

¡CóMICO DE LOS SETENTA SE RETIRA CREYENDO QUE LO VA A RECICLAR SUAR Y DESPUéS NO PASA NADA!





(Consultorio de un asilo psiquiátrico Una mujer joven habla con un médico)


FLORENCIA: Lo de mi tío es grave, doctor. Yo ya no sé qué hacer.

DOCTOR: Y usted me dice que desde la decadencia de los programas humorísticos picarescos su tío cree vivir en un programa cómico de televisión…

FLORENCIA: Incluso lo siguen a todas partes los reidores que trabajaban con él. Eso lo termina de aislar de la realidad.

DOCTOR: Bueno, hágalo pasar. Voy a ver qué puedo hacer.


(Alberto se asoma bruscamente)


ALBERTO: (Habla a una cámara imaginaria, con una segunda intención en la voz) ¿Puedo pasar? ¿No interrumpo nada?


(Se escuchan risas)


FLORENCIA: (Suspirando) No, tío, podés entrar…


(Alberto entra seguido por tres hombres muy mal vestidos y una seÑora mayor de aspecto desgraciado, que se ubican en un sillón. Uno de ellos trae una bolsa de la que va extrayendo medialunas)


ALBERTO: ¿Acá es por lo del aviso? ¡Lo único que el CURRICULUM yo no se lo muestro!


(Los reidores ríen. Uno se ríe más fuerte que los demás)


DOCTOR: No, no… Yo soy médico…

ALBERTO: (Se para bruscamente) ¡Pero mire que de la próstata ando bien! (Más risas)

DOCTOR: No, hombre, quédese tranquilo… Yo soy psiquiatra…

ALBERTO: ¡Ah, me viene bárbaro! El otro día soÑé que estaba en una isla desierta con Graciela Afgano, Susana Travento y Beatriz Malamud…

DOCTOR: Usted quiere que le diga qué significa ese sueÑo…

ALBERTO: No. ¡Quiero que me dé algo para no despertarme nunca!


(Los reidores estallan en carcajadas y aplauden. El psiquiatra mira preocupado a Florencia que sacude la cabeza, muy afligida)


DOCTOR: (Le hace un rápido diagnóstico a la sobrina) Detrás de ese comentario se ocultan fantasías de suicidio. Además, las mujeres que menciona ya son mayores o están trabajando en programas de cable… (A Alberto) Tengo entendido que usted se quedó sin trabajo hace poco…

ALBERTO: ¡Es que en este país cierra todo, doctor! ¡Lo único que no cierra son las piernas de mi hermana!

FLORENCIA: ¡Tío!!! ¡Estás hablando de mamá! (Conteniendo el llanto) ¿Ve lo que es, DOCTOR? Tengo que escuchar estas frases HIRIENTES y de MAL GUSTO constantemente… ¡Es una pesadilla!

ALBERTO: ¡Esta se hace la modosita pero le dicen bandera norteamericana: la clavaron hasta en la luna!


(Los reidores aplauden desaforadamente. Uno de ellos se ríe tanto que se asfixia. El doctor se le acerca, preocupado)


DOCTOR: ¿Está bien, seÑor?

ALBERTO: (Vuelve a hablar a la cámara imaginaria) ¡Parece que lo entendió! ¡Le van a tener que aumentar el sueldo!

DOCTOR: ¡Estas personas presentan un gravísimo cuadro de esquizofrenia! ¡Tendrían que estar medicadas!

ALBERTO: ¡Y eso que no conoce al libretista!


(El hombre lanza un grito espantoso e inhumano, mezclado con risa. El doctor lo examina)


DOCTOR: Tiene un ataque de ansiedad… (Abre la puerta) Sonia, me trae veinte milímetros de lexotanil inyectable, por favor…


(Entra una enferrnera de grandes senos, preparando una jeringa. Alberto la mira, mira a la cámara imaginaria, vuelve a mirarla, se pone bizco)


ENFERMERA (A reidor): A ver, seÑor, arremánguese…

DOCTOR: Mejor salimos todos, así dejamos trabajar a So…

ALBERTO: (Se para) ¡Ah, no!!! ¡Me quieren dejar afuera cuando se pone bueno!!! ¡Primero dejame que te vacuno yo!!!


(Se arroja enloquecidamente encima de la enfermera. Hay un gran caos. Florencia llora desesperada. Los reidores ríen, completamente colorados)


ALBERTO: ¡Te voy a dar la triple, la sabin y la antisarampionosa!

DOCTOR: ¡Suéltela! ¡Deme la jeringa, Sonia!


(El doctor le arrebata la jeringa a la enfermera e inyecta a Alberto, que cae desmayado. Los reidores se quedan perplejos un segundo y luego vuelven a estallar en risas y a aplaudir)


DOCTOR: Su psicosis es más grave de lo que creía. Este hombre es un PELIGRO PARA LA SOCIEDAD. ¡Podría acusarlo de intento de violacipon!

FLORENCIA: (Sollozando) Doctor, entiéndalo… AÑos haciendo lo mismo, pero llegaron las cámaras ocultas y…

DOCTOR: Mínimo le doy dos aÑos de internación y visitas prohibidas.

FLORENCIA: (Llora) ¡No! ¡Es mi única familia!


(Alberto levanta la cabeza y mira a la cámara imaginaria)


ALBERTO: ¡Cómo me vacunaron!


(Los reidores estallan en aplausos. De la nada se escucha una música festiva. Al doctor le corre un escalofrío y piensa “Hay cosas que no tienen explicación científica”)


Publicado a las 07:55 a.m.


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