Un lector cuyo nombre se me ha extraviado ha sugerido la inclusión de este coso, que viene incluido en aquellos paraguas que compramos de emergencia en nuestro todo por dos pesos amigo. Es el guardián de los guardianas, el protector de nuestro protector, pero sólo cumple con esa función en una circunstancia: cuando está a la venta. Luego, es quitado y deshechado, aunque permanece dando vueltas en nuestro hogar durante semanas. La sola idea de volver a colocarlo – con las obscenas reminiscencias que incluiría este acto – es descartada tan inmediatamente como él mismo; especialmente teniendo en cuenta que el objeto que debía proteger se ha autodestruido durante su segundo día de uso.
lunes, 14 de noviembre de 2005
Coso 66: Funda de Paraguas Chino
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