jueves, 21 de febrero de 2008

¡Se largoya!





Ellos se creían los dueÑos del mundo. Enviaban agentes armados con sofisticados rayos láser camuflados como relojes pulsera, pastillas de cianuro empotradas dentro de un falso molar, bombas de humo en el taco del mocasín y alambres estranguladores en el reloj pulsera (en el otro brazo; si le preguntaban al espía por qué usaba dos relojes pulsera éste contestaba .es que soy ambidextro., quequequeque nanananananananana). Ellos se sabían benefactores, dueÑos, victimarios y verdugos del resto de los habitantes del planeta, con sus parvas de misiles guardadas en centenares de silos, con los que podían no dejar más que cucarachas con un movimiento de pulgar, llevando el Botón a las reuniones familiares y diciendo .lo toco, no lo toco, lo toco, no lo toco, lo toco, no lo toco, ¿qué hago? ¿lo toco o no lo toco? lo toco, lo toco, lo toco, ¡BúUUU!, no, no lo toco, toco el aire no te toco toco el aire no te toco no toco el aire te toco te toco te toco y si no me dejás lo toco, lo toco, lo toco, o no lo toco, lotocolotocolotoco, uyuyuy, lotocolotocolotoco, uyuyuy, lotocolotocolotoco, noooo, no lo toco, jojojojo!!! Bueno, ahora tráiganme más flan. ¡Lo toco!!! Ja, ja, ja, no, era una joda..


Eran Dioses de la Destrucción, con el Destino del Planeta en un puÑo, jugando el Juego del Poder contra sus enemigos del otro lado de la Cortina de Hierro. Eso era la Guerra Fría; la amenazante, aterradora, pesadillesca y algo glamorosa Guerra Fría.


Sin embargo, la cosa no terminó con mil bombas y decenas de miles de cadáveres vivientes arrastrándose, sino con el peligro de la basura espacial de la Guerra Fría cayéndoles encima. O sea, no se puede ser más patético. Parece el final del Mono Gatica. La conclusión es que. Como siempre, la vencedora es la Entropía (que se resume en .las cosas se rompen.), y contra la basura no puede ni el Halcón texano más pulenta ni el Super Comisario Iván Danko. Piénsenlo mejor antes de decirle .con tono de telenovela, con los dientes medio apretados- .sosss una bassssura. a alguien.


Miren, un tipo que licúa .o licua, es constitucional, si no correcto, decirlo de las dos formas- cosas, por ejemplo un Ipod o uno de esos cosos fosforescentes de los buzos.


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