(Nuestras cámaras espían la reunión creativa donde se tiró la idea de que el Presidente de Buquebus proponga que los asambleístas de Gualeguaychú regalen flores a modo de protesta)
EL HIJO DE ARGULLA: (Terminando de hacer una presentación en Power Point para la nueva campaÑa de Buquebus) Entonces el chanchito dice .¿Y el mío dónde está?.
(Estruendosas carcajadas y aplausos. Todos golpean la mesa por el sutil ingenio de la pieza)
EL CLIENTE: (Interpretado por el actor que hace de dueÑo de casa en .La Fiesta Inolvidable., enjugándose las lágrimas) Muy bueno, excelente. Lamentablemente, vamos a tener que suspender todo porque los asambleístas de Gualeguaychú van a hacer una manifestación, y probablemente la EMPRESA QUIEBRE EN MENOS DE DOS SEMANAS.
EL HIJO DE BACCELI: ¡Ah!
EL HIJO DE ARGULLA: (Un poco molesto) Bueno, nos podría haber avisado antes de mandarnos a escribir esta campaÑa, ¿no?
EL CLIENTE: Ya sé. Igual les iba a pagar (Pone un maletín sobre la mesa, cargado de una docena refajos de billetes de cien dólares). Hay un poco más de lo convenido, como compensación por haberlos hecho trabajar de balde.
ROLANDO: (El potencial director del frustrado comercial, deteniendo al Cliente) ¡Momento, Sr. Clutterbuck! Tengo una idea.
(El Cliente vuelve a guardar rápidamente el maletín, ante la desazón de los Hijos de Argulla & Bacceli)
EL CLIENTE: ¿A ver, cómo sería?
ROLANDO: Chicos, ¿por qué no CANALIZAMOS TODA ESTA ENERGíA CREATIVA en tirarle ideas al Sr. Clutterbuck para que haga unas declaraciones. ¿Qué les parece?
EL CLIENTE: ¡Eso sería fantástico! ¿Se puede?
EL HIJO DE ARGULLA: Ahhh, pero no sé si vamos a poder.
EL HIJO DE BACCELI: Somos publicitarios, no encargados de relaciones públicas.
ROLANDO: Pero tu viejo hubiera hecho lo mismo.
EL HIJO DE BACCELI: ¿Qué?
ROLANDO: Y el tuyo también. Capo era tu viejo. Yo lo quería muchísimo.
EL HIJO DE ARGULLA: (Emocionado) Gracias.
ROLANDO: Es tirar un par de ideas, nomás. Van a ver que no se diferencia mucho de hacer una propaganda, perdón, publicidad. A ver qué sale.
(Se quedan pensando. El Hijo de Bacceli no está muy convencido y se pone a mirar por la ventana, cruzado de brazos)
EL HIJO DE ARGULLA: (Golpea la mesa) ¡Ya está! ¡Ya sé! Primero tiene que salir a decir algo como que apoya la causa de los ambientalistas.
EL CLIENTE: (Sorprendido) ¡Pero si ni siquiera sé qué quieren! Yo los diarios no los leo porque me amargo.
EL HIJO DE ARGULLA: No importa, es un tema de diplomacia. Después, tiene que decir que está en desacuerdo con los métodos.
ROLANDO: (Entusiasmado) ¡Genial, genial! Va queriendo.
EL HIJO DE ARGULLA: Entonces ahí le propone a los asambleístas que hagan otra cosa.
ROLANDO: (Muy entusiasmado) ¿Ajá? ¿Ajá? Que sería.
EL HIJO DE ARGULLA: ¡Que pasen a la clandestinidad e inicien la lucha armada!
ROLANDO: (Entusiasmadísimo) ¡Buenísimo! (Se sobresalta) ¿Qué? ¡No! ¡No! No puede decir eso.
EL CLIENTE: No puedo decir eso.
EL HIJO DE ARGULLA: Por ahí me expliqué mal, no digo que usted también pase a la clandestinidad, sino que.
ROLANDO: No, no, pero mejor no.
EL CLIENTE: Evitemos la polémica.
EL HIJO DE ARGULLA: No hay que tenerle miedo a la polémica, ¿se acuerdan de la propaganda de .Dame otra piÑa.? Fue un hito en.
ROLANDO: No.
EL HIJO DE ARGULLA: (Molesto) Bueno, ¿y ustedes tienen más ideas?
JOVEN PUBLICITARIO 3: ¿Y por qué no les propone, por ejemplo, que se vayan a vivir a otro lado?
JOVEN PUBLICITARIO 4: Ahí está. Donde no haya papeleras.
ROLANDO: No, es muy obvio.
EL HIJO DE BACCELI: (Golpea la mesa) ¡Ya sé! ¿Y si les propone que repartan flores?
(Se produce un pequeÑo silencio. El Cliente frunce el ceÑo, medio bizco, y mira a cámara)
EL CLIENTE: ¿Flores?
EL HIJO DE BACCELI: ¡Claro! Como un método de protesta no violento. ¡Siempre funciona!
ROLANDO: (Reflexiona, mirando a un punto imaginario) Flores. Puede ser, eh. Lo veo, lo veo.
EL CLIENTE: ¿Te parece, Rolando?
EL HIJO DE BACCELI: Pero sí, pero sí. Como los hippies, cuando protestaban contra Vietnam. Es más, el vietcong así venció al ejército estadounidense. Con flores.
EL CLIENTE: ¿Ah, sí?
EL HIJO DE ARGULLA: (Lanzando una mirada reprobatoria a su socio) Víctor.
EL HIJO DE BACCELI: ¡Sí! Y en la revolución rusa, en el aÑo 1917 las flores también tuvieron una presencia muy importante. El ejército del zar se quedó CONMOVIDíSIMO por las flores que les daban los bolcheviques. Y así tomaron el gobierno. Sin derramar una gota de sangre.
EL CLIENTE: (Sorprendidísimo) ¡Ah! ¡No sabía!
ROLANDO: (Asintiendo, como recordando) Pero sí, pero sí, si algo de eso me acuerdo de cuando estudié Filosofía y Letras.
EL HIJO DE BACCELI: Si quiere puede mencionar esto en su declaración de prensa (El Hijo de Argulla se tapa la cara con las manos, muy nervioso).
EL CLIENTE: (Se ríe) No, tampoco que crean que soy medio zurdo. Pero es interesante, ¿eh? Es interesante.
EL HIJO DE BACCELI: ¡Se puede incluso dar una vuelta de tuerca y que los asambleístas les den un besito a los pasajeros del Buquebus! Y de paso, podemos hacer otra campaÑa para Buquebus diciendo que es el .Crucero del Amor. o algo así.
ROLANDO: No, le digo que estos dos pibes son unos genios. Como los padres. Es genético.
EL HIJO DE BACCELI: ¿Nos puede dar la plata ahora?
EL CLIENTE: (Le entrega dos maletines) ¡Pero sí, hombre! Es más, les doy est otro que era para COMPRAR OTRO BARCO, pero la verdad es que se lo merecen. ¡Acaban de salvar mi empresa!
(El cliente le entrega el maletín al hijo de Bacceli, que se va corriendo; el Hijo de Argulla lo sigue, un poco nervioso y pálido. Al día siguiente, el presidente de Buquebus dice lo de las flores, los asambleístas se indignan y pasan a volcar toda su furia contra Buquebus en particular y las actividades náuticas en particular, olvidando por completo a Botnia, y entonces el presidente de Botnia se pone muy contento y decide darse una ducha, pero en la ducha pisa el jabón, se golpea la cabeza y pierde la memoria, y transforma la papelera en un centro de reciclado de desechos atómicos. Fin)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario