Partamos de la premisa de que los comerciantes, por definición, son malvados: siempre están queriendo encajarte algo. Y no lo hacen de buena onda, tipo .esto te va a venir bien., sino guiados por la avaricia. Por el afán de lucro. Aprovechándose de que uno, lamentablemente necesita .cosas. (comida, tacos fischer, etc.)
Pero dentro del género .comerciantes., podemos distinguir los .malvados normal. de los .malvados peor., que además de encajarte algo y vaciarte los bolsillos, te ocasionan toda clase de perjuicios, a saber:
.BABY JANE.: Se trata de dos hermanos de entre cincuenta y sesenta aÑos. él tiene peluquín y aparentemente algunos .problemitas.; Ella es una arpía horrenda y pintarrajeada que lo maltrata sistemáticamente y enfrente nuestro, de tal modo que mientras permanecemos allí no sabemos si especificar el diámetro de los tornillos que necesitamos o salir corriendo a hacer una denuncia por acoso moral. O sencillamente corriendo, temiendo que en cualquier momento la arpía la emprenda con nosotros. Camino a casa, imaginamos toda una vida de esta tortuosa relación, y descontamos que viven juntos, en una casa vieja y lúgubre y a la noche cenan mirando una tele de válvulas.
Contraofensiva: .SeÑora, basta, maltrate al pobre infeliz en privado, que este es un barrio de gente decente, y deme cuatro tornillos de ocho..
.LENTEJITA.: Se trata de una seÑora de cincuenta aÑos a la que le ha tocado atender un negocio por esas cosas de la vida, pero a ella le gusta la conversación. Digamos que filosóficamente estamos de acuerdo con su humanidad y su capacidad de comunicación, pero cuando estamos apurados .o sea, siempre .nos resulta sumamente antipática. También parece tener cierta fobia a la soledad, porque a pesar de atender una pequeÑa librería de un barrio de semianalfabetos, se las arregla para que siempre haya cuatro o cinco personas esperando. Y odiándola.
Contraofensiva: .No, no, no. No quiero hablar. No con vos. No te quiero contar cómo está mi mujer, ni mi hijo, ni mi padre, y no quiero comentar el clima ni el partido ni qué loco lo del gobierno, ni tampoco quiero conocer tu vida. Dejame tranquilo en mi pequeÑo capullo de alienación y responsabilidades estériles y dame mi cosa, quiero mi cosa, necesito mi cosa, en lo posible en total silencio, gracias..
.EL GEMELO MALVADO.: Otra pareja de hermanos, pero jamás los vemos juntos. Son exactamente iguales y atienden el negocio por separado. Un día, el “bueno” te da un producto celestial, una manzana tan jugosa que se puede beber sin pelar, o un churrasco de carnero que puede cortarse con una cuchara de madera; y al otro día, haciéndose pasar por su hermano, te atiende el malvado, y te vende una manzana paposa y rancia, o un trozo de oreja de cerdo que simula ser un bife. De este modo, es imposible abandonar su negocio, pero cada visita es una lotería. En ocasiones se reparten la atención de los miembros de una pareja, de tal modo de sembrar la discordia conyugal, ya que uno lo defenderá y el otro insistirá en que es un monstruo (esto es conocido como .Efecto Abbot y Costello le piden un sandwich de pavo a unas camareras gemelas.).
Cabe aclarar, por último, que el gemelo malvado es mucho más trabajador que el otro y atiende más seguido.
Contraofensiva: .No, vos no, quiero que me atienda el otro, el bueno. ¿Dónde está el bueno? ¿Allá, en ese cuartito? ¿Qué le hiciste? ¡Quiero al bueno! Traelo o te meto un hábeas corpus..
.DESCONFíO.: Tiene un hermano en la policía o él mismo es un policía o un funcionario de Aduanas frustrado. Revisa cada billete tuyo al trasluz, lo golpea con el dedo índice, le pasa una uÑa. Si le pagás con tickets o tarjeta tenés que ir armado de DNI, cédula, pasaporte y visa para los Estados Unidos de América. Si entrás con un bolso te chista y te pide encarecidamente que lo dejes en el roperito que puso a la entrada. En resumen, entre .encaje de cosas. y .encaje de cosas., te hace sentir un asesino serial que en sus ratos libres viola niÑos .y que sueÑa con bajar archivos ilegales de internet.
Contraofensiva: .Quiero a mi abogado..
.EL BIFE INJUSTO.: Este comerciante malvado malo se especializa en venderte bifes de a pares, pero siempre uno enorme y jugoso y el otro pequeÑo (la mitad del primero aproximadamente), delgado y viejo. Su sutil objetivo es producir pequeÑos conflictos en el seno de nuestra familia, utilizando las armas más antiguas de manipulación psicológica: El hambre y la envidia. El estoicismo y la generosidad serán las armas con las que el hombre de bien deberá salvaguardar la armonía en el seno del hogar.
Contraofensiva: .No, no, no, lo estás haciendo mal, cortame los bifes de la misma vaca, no un bife de vaca y otro de carpincho, dejá, dejá, dame el cuchillo a mí que yo te enseÑo cómo se hace, dámelo te digo, pará, bajá ese cuchillo, daaaaaaale, dámeloooooo, qué te cuestaaaaaaa..
.EN REALIDAD YO NO LABURO DE ESTO.: Tiene un polirrubro que atiende las 24 horas, pero no abre nunca. Cuando abre, no tiene lo que querés, y si lo tiene no te lo quiere vender. Todo le molesta, nunca tiene cambio, el piso está roÑoso, todo está más caro que en cualquier negocio normal. Paradójicamente uno podría pensar que se trata de un comerciante bondadoso, ya que no te quiere “encajar algo”, hasta que uno descubre .por medio de la lógica y la contabilidad hipotética – que el negocio es una tapadera para vender otra cosa (o sea .encajar otra cosa”).
Contraofensiva: .Mirá, si querés vendé tu producto a la salida de los colegios pero no engaÑes a la gente con un negocio falso que no abrís nunca y donde no tenés nada y está todo viejo y polvoriento. Aparte, el que tiene tienda que la atienda y si no, que la venda. Quiero mi cosa, dame mi cosa, necesito mi cosa..
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