(Un grupo de tilingas y tilingos está acodado en una barra forrada en cuerina de una confitería sobre la calle Libertador.Todos se ven muy angustiados)
TITINA: ¡Qué moplo de noche! ¡Qué opio!
PACHU: ¿Alguien sabe algo del Maestro?
MIMICHA: Ni idea, che. Está borrado. ¡Debe andar en alguna de las suyas!
GIANCARLO (Un nuevo integrante de la barra, un tipo italiano con lentes ahumados, afro y grandes bigotes, que habla con las eses muy marcadas): ¡Este Chonchi no cambia más, ja, ja, ja, ja!
(Aparece Chonchi Méndez Beterreaga, el PLAYBOY MáS AMARRETE DEL MUNDO)
CHONCHI: ¡Hola, barra! ¡Epa, epa, qué caras! ¡Guarda que si pasa el plomero se los lleva, ja, ja, ja, ja!
GIANCARLO: ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Incorreyible!
MIMICHA: ¡Genio y figura! ¡Menos mal que apareció, Maestro!
CHONCHI: ¿Listos para irse de veraneo?
TITINA (Sorprendidísima por el concepto): Pero… ¡Si el veraneo ya se terminó! ¡Estamos en marzo!
CHONCHI: ¡Tenés razón! ¡Entonces vámonos de “otoÑeo”, ja, ja, ja, ja!
TODOS: ¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¡Genio y figura!
CHONCHI: ¡Qué es mejor, porque lo moplos que llenan Marpla y Punta ya se volvieron a la casa! ¡Síganme que ya mismo salimos a la ruta!
PACHU (Emocionado): ¡No me digas que trajiste la Ferrari!
CHONCHI: No, le están cambiando la oblea del GNC. ¡Esta vez vamos en grupo!
(Corte. Están todos subidos a un micro lleno de jubilados enganchados en la promoción de un Centro de Gestión y Participación, incluidos nuestros héroes. Todos se ven deprimidísimos, menos Chonchi, que vuelve de la máquina de jugo con unos vasos de plástico)
CHONCHI: ¡A ver, a ver, cambien esas caras que llego con más combustible, ja, ja, ja!
TITINA: Chonchi, ¿por qué hay tantos viejitos en el micro?
CHONCHI: (Un poco disgustado) Bueno, bueno, parece que alguna que yo conozco no quiere aceptar el paso del tiempo, como si tuviera veinte aÑos. Bah, o veinticinco. O treinta.
TITINA: ¡Tengo veintiocho!
CHONCHI: Muy bueno. ¡Dale, che, cambien esas caras que cuando lleguemos a las sierras sigue la joda!
PACHU: ¿Vamos a las sierras? Pensé que íbamos a la playa.
MIMICHA: ¡Pará, pará que puede estar bueno, yo fui en el verano a Carlos Paz y hay un ambiente bárbaro!
CHONCHI: Vamos a Tandil. Bueno, ¿quién se prende a un bingo?
GIANCARLO: Eh, Chonchi, tengo una idea, ¿por qué no agarás el micro y lo secuestrás y los llevás a todos a Punta?
PACHU: ¡Dale, y contratás un barman para que haga tragos libres para todos los viejitos, y convertís esto en unl viaje de jubilados piola!
TITINA: ¡Buenísimo! Y lo ambientás todo con bolas de espejos y donde está la máquina de jugo contratas a Pont Lezica para que pase música de onda: ¡Banana y Eddie Sierra!
CHONCHI: Habló la veinteaÑera. Chicos, chicos, muy linda la idea, el disc jockey, la bola de espejos, la música, todo bárbaro, pero, ¿ustedes saben lo que puede salir todo eso?
(Todos bajan la cabeza, entristecidos)
CHONCHI: No, me parece que ustedes tienen mucha fantasía adolescente, capaz que es porque no laburaron nunca, no saben lo que es romperse el lomo para ganarse el pan, a lo mejor tendrían que madurar un poquito.
PACHU: (Indignado) ¡Vos tampoco laburás, hijo de puta!
CHONCHI: Cuidemos la boquita o esto se va a poner feo, es verdad que yo no laburo, pero la guita que me tira el Oxidado yo la cuido; la invierto; los videos los saco los días de mitad de precio; la Ferrari la lavo yo; (Les muestra las medias que tiene puestas, todas llenas de agujeros y manchas y aparte son de distinto color) ¡Mirá, por ejemplo este mes se fui un poco de presupuesto – fui a comer a “Los Chanchitos”, me fui de mambo – y no me compré medias!
TITINA: Yo me quiero bajar.
PACHU: Yo también.
CHONCHI: ¡Cheee, estamos en la ruta 3! ¡Y ahora empieza la película, usa donde Diane Keaton tiene leucemia!
(Corte. Los amigos de Chonchi caminan por la ruta. Está anocheciendo y hace frío. Mimicha está llorando mientras Pachu la abraza y mira al micro que se aleja, lleno de bronca y odio y rencor. Chonchi los saluda por la ventana)
CHONCHI (Abrazado a dos seÑoras de setenta aÑos, de bastante buen ver): ¡Bueno, suerte! Qué lástima, se van a perder ahora que estaba por invitar una ronda. ¿Alguien quiere una segunda ración de pebete de saleme y queso?
(Las chicas ríen y tiran a Chonchi contra un asiento, diciéndole “Chonchi, sos un demonio”)
Post data: Sí, ya sé, hoy tocaba lo del Contraturismo de Buenos Aires, pero no sé, no pude, no se me dio. Ya sé, ya sé, me van a matar. Qué le vamos a hacer.
Publicado a las 08:31 a.m.
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