¡Experto en catastrofismo advierte de la visita de los pelados azules esos!

Escribe el Ing. Jorge Cubero Sosa

Experto en Catastrofismo Municipal

todosvamosamorir@ubbi.com

Aún con ciertas dificultades, debido a los vidrios polarizados con doble capa de acero inoxidable que recubren mi coche (y cubiertos por una triple rejilla de titanio, por la inseguridad), he podido percibir que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra prácticamente empapelada por los afiches (ver foto) anunciando la visita de un grupo de teatro moderno llamado .Bul Man Gorup. o .Buel Nam Rougp. (no logré verlo con precisión, vuelvo a insistir en lo de ls vidrios de mi auto).

Definitivamente, analizando las características de este espectáculo, tengo que decir que la Ciudad Autónoma NO-ESTá-PREPARADA para este tipo de espectáculos. Sólo en el afiche, se prefiguran dos o tres .burbujas. a punto de estallar, que ya se suman a los doscientas o trescientas burbujas de riesgo a las que nos enfrentamos especialmente.

La .Burbuja del Body Painting.: Para empezar, los .actores., por llamarlos de alguna forma, están completamente recubiertos de esmalte sintético azul; En primer lugar, de que este tipo de .Body Painting. viola la norma 30.567/2 del Código de Seguridad de Caracterización Teatral que redacté hace dos aÑos (y cuya promulgación en forma de ley duerme en el cajón de algún diputado corrupto), que se hiciera absolutamente necesaria luego de la .Tragedia de la Vaca de Milka., con antecedentes en la .Tragedia de la Chica de Goldfinger., ya que se pone en peligro la .respiración cutánea. de los afectados. En segundo lugar, se ha dado el caso de que la transpiración, al no poder seguir su camino normal, empieza a acumularse del lado de adentro, hasta el momento en que la presión interna hace que la cobertura de látex estalle, pudiendo herir o dejar ciega a parte de la platea (un muchacho conocido mío perdió el ojo derecho durante la contemplación de una estatua viviente pintada de plateado, que intentaba semejar un hombre del futuro).

En otros países más serios, la primera fila de los teatros donde se exhiben estos espectáculos están protegidos por mamparas de acrílico, mientras que la salud de los actores es protegida mediante .mangueritas., por decirle así, que atraviesan la cobertura azul y se inyecta en media docena de poros de la piel, para permitir el paso del aire. Pero claro, estamos en Argentina.

La .Burbuja del Liquiducho Misterioso.: Como puede percibirse en el afiche, los .actores. expulsan una serie de líquidos fluorescentes (evidentemente tóxicos). Ignoro si se trata de un efecto especial o si el líquido es segregado corporalmente por los intérpretes. De ser éste el caso, cabría una denuncia a la Subsecretaría de Control de Líquidos Corporales, si es que la creación de éste organismo (ideado por su servidor, para punir con toda la energía de la ley a quienes lleven a sus niÑitos a orinar a un árbol, o a la gente que chive demasiado) no hubiera sido cajoneada por las fuerzas de la Corrupción y la Desidia. Definitivamente los teatros de la Ciudad Autónoma NO-ESTáN-PREPARADOS, ni cuentan con alcantarillas en el escenario, para drenar los líquidos corporales de los actores de espectáculos de .avant garde..

De tratarse de un líquido generado artificialmente o por computadora, habría que estudiar el impacto ambiental y si las alcantarillas de la Ciudad no están sobrepasadas en su capacidad. Porque caen dos gotas y esto es Venecia, y ahora esperamos que se le agregue, sin necesidad alguna, un líquido radiactivo y de colores para satisfacer necesidades estéticas de segundo orden. Eeeeeeehhhh. Estamos queriendo forzar la suerte; en otros países, que no voy a nombrar, pero con más previsión, el Municipio se encarga de repartir gratuitamente trajes de amianto y plomo, recubiertos en adamantium, en cuanto un líquido de calidad dudosa (por ejemplo, la .mostanesa., o el agüel mendicrim) sale de su recipiente original. Pero claro, pretender eso sería esperar la .Argentina aÑo verde..

La .Burbuja de los Visitantes sin orejas.: Pero lo más preocupante de esta amenazante visita (que yo no sé cómo se permite su ingreso al Mercosur) es la ausencia de orejas de los actores principales.

Esto, además de violar el art. 345.876 de la Ley de Seguridad Absoluta y Total en Espectáculos, Shows, Cabarets, Picados Callejeros y Afines (que sigue esperando su oportunidad en el quinto cajón de algún funcionario sin moral, probablemente debajo de un sándwich viejo con tres meses de antigü, que enuncia claramente que .los actores de espectáculos teatrales deben contar, en lo posible, con orejas., pone en peligro la vida de los actores (por ejemplo, si se está por caer una bolsa de arena en la cabeza, arrojada por algún artista vengativo, no podemos decirle .eh, cuidado, Bill, se te está cayendo una bolsa de arena en la cabeza.) y de la sociedad en general (por ejemplo, si la ciudad es invadida por Dioses Oscuros de la Antigü.y hay grandes probabilidades de que esto ocurra .y el Elegido para expulsarlos es un niÑo albino de siete aÑos, que justo está en el escenario y está por caerse a un pozo .todo puede ocurrir .no podemos decirle a los actores, por ejemplo .Eh, Bill, salva al Elegido.).

Pero lo más grave es la alta probabilidad de que estos visitantes mantengan algún tipo de intercambio erótico con las mujeres de nuestra ciudad (ya sabemos que las celebridades extranjeras vienen para comerse nuestra carne y conquistar a nuestras mujeres, siendo conocidos los casos de Eric Clapton, los Ramones y el actor Robert Duvall), elevando las posibilidades de nacimiento de toda una generación de bebés sin orejas, reduciendo las ventajas genéticas de la especie porteÑa (Por ejemplo, en un futuro, podríamos ser invadidos por hordas extranjeras o del interior y no escuchar el aviso de .Eh, Bill, viene una horda extranjera o del Interior.).

En otros países se injerta orejas artificiales a todas las visitas culturales incluso a los que ya tienen orejas, por las dudas, y además se le practica .en a Aduana -una ligadura de testículos para evitar la reproducción de estos fenómenos. Pero, claro, estamos en la Argentina, y acá parece que es lo mismo que reproduzcamos al hijo de Eric Clapton que al Hombre Elefante.

Sólo queda tener esperanzas, no de que estas burbujas no ocurran y se produzca un genocidio largo y doloroso .porque van a ocurrir-, sino de que por lo menos nadie descubra la cápsula con paquetes de acelga deshidratada que he enterrado para el escenario post-apocalíptico; de cualquier manera ya he comprado algunas máscaras de acrílico, un par de trajes de amianto, un megáfono y sendos cinturones de castidad láser de triple paleta para mi seÑora y mi hija, que pasan a integrar mi indispensable kit de supervivencia.

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