Tres, ese número sagrado. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Las tres fases de la Diosa Blanca (doncella, madre y anciana). Tres son las virtudes cardinales, tres las Parcas, tres los Chanchitos y tres los Chiflados. Tres los Hermanos Marx (cuando no estaba Zeppo). Tres son los Mosqueteros (cuando no estaba D.artagnan). Tres los siete Enanitos (cuando no estaban los otros cuatro). Tres las Marías. Tres las Trillizas de Oro. Tres los tristes tigres. Tesis, antítesis y síntesis. Piedra, Papel y Tijera. Emerson, Lake & Palmer. Hugo, Paco y Luis. Las virtudes del Tres no son casuales. Uno necesita un lado, el otro, y también el centro, como colchón, como mediación y para desempatar.
Entonces, ¿por qué el fin de semana tiene dos días? Es completamente monstruoso y anormal. La cosa está estructurada así: el sábado te recuperás de la semana anterior, que ya vino como bastante espantosa y horrible. Y cuando viene el momento de disfrutar, llega el domingo, que sirve de .preparación. para la semana horrible que se viene.
O sea que falta. No está. Falta el día ese donde supuestamente vas a ser feliz y pintar un cuadro y bailar la conga y alcanzar el Nirvana y ser Bueno, Bello y Generoso. Falta el “Día del medio”. Con el domingo y el sábado no alcanza: es como que te den un sandwich sin relleno, como un match de box sin árbitro, como jugar al Papel y Tijera. No sirve, te encaja el dulce y después te lo saca te descuajeringa, casi casi te diría que es peor que no tener fin de semana. O sea, ¿al final estamos mejor o peor que en la edad media? No sé, no sé. La cosa es que el famoso .fin de semana largo., ese de tres días, es lo que deberíamos considerar un fin de semana NORMAL, como Dios manda, un Fin de Semana Sagrado. Porque este de ahora ND (no da), es como un fin de semana medio chirle. Poco profesional. Un parche improvisado tocado de oído hecho a los apurones atado con alambre y pegado con moco.
Miren, el fin de semana (pegado con moco, etc.) pueden ir a ver el Festival .ViÑetas Sueltas., con la presencia de grandes de verdad como Mauro Entrialgo y Fabio Zimbres. Y beban más leche junto a este super clásico de Nino Rota:
AUDIO Bevette piu latte |
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