Dejando de lado algunas iniquidades imperdonables como por ejemplo Dady Brieva, película, etc., la Comisión se manifiesta especialmente indignada por el aspecto que presenta Cachorra en los afiches callejeros. El implante de siliconas que se le ha practicado es aceptable, aunque es más propio de una mujerzuela televisiva que de una niÑa bien, pero ponele; lo que de ningún modo podemos resignar es que, de frente, se le vea la nariz.
A ver si mentendés: Según mi manual, la nariz de Cachorra, de frente, no se ve. Punto. NO-SE-VE. Primer error. Que a Cachorra se le vea la nariz de frente es algo así como un sacrilegio. Es como que le hagan una depilación de cejas al Coronel CaÑones.
Pero aparte es ilógico, porque las personas que se implantan siliconas hacen todo lo posible para que su nariz se reduzca al mínimo. No podés agrandarle los senos y la nariz al mismo tiempo. La ecuación tradicional es, a más senos, menos nariz; Lo que nos hace pensar en que tal vez parte del relleno pectoral sale de lo que te sacan de la nariz.
En fin, la Comisión envía, por este medio, una carta documento abierta a los responsables del largometraje, para que arreglen el temita de la nariz, así tengan que hacer la película toda de nuevo. Dicho esto, la Comisión me pregunta si les puedo dar la plata ahora y los vales que le prometí, a lo cual respondo que ahora no pero lo compenso con algunas entradas gratuitas para la presentación del libro. Se van puteando por lo bajo.
Miren, árboles raros.
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