Las vacas pueden subir escaleras pero no bajarlas. Tampoco se pueden parar por sí solas si se caen de costado. Por eso, era una costumbre entre los estudiantes escoceses, la noche de su graduación, salir al campo y tumbar vacas. Al otro día, los pobres granjeros no podían más que sacrificar a las vacas, ya que les era imposible volver a ponerlas de pie porque son muy pesadas. ¡Mirá Vos! (Fuente: El lector Francisco. Probabilidades de exactitud: 100 %, porque al principio del mail dice que mi historieta “Perdidos en la red” era – cito textualmente – una “obra de arte” y ya va siendo hora que empiece a fomentar un poco la adulación)
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