HEME DISPUESTO COMO UN MáRTIR A RECIBIR LOS FLECHAZOS PONZOÑOSOS DEL ESCEPTICISMO, pero déjeme decirles que, luego de los actos de degeneración recreativa, el consumo intensivo de carne asada y la libación del vino que alegra nuestros corazones, no concibo actividad más placentera que la concurrencia a la .adaptación. de un niÑo pequeÑo al Jardín de Infantes.
¿Qué más se puede pedir? Estás junto a lo que más querés en tu vida, tu retoÑo, rodeado de pequeÑos de apenas un aÑo que te entretienen con sus gracias, escuchando música que estimula tu imaginación con prodigios como caballos verdes que hacen piruetas o narices que se caen dentro de la taza, cómodamente acurrucado en una acogedora cápsula, aislado de las hostilidades del mundo moderno. Para la concurrencia sos una rareza, una atracción de feria, un punto de interés, no como en tu trabajo o en las reuniones familiares donde sos una especie de espectro. Durante el desayunito te dejan picotear una que otra Rumba. Alguna Lengüe Gato. ¡Y lo mejor es que ni siquiera te tenés que hacer cargo del pequeÑo, que está en manos de pro-fe-sio-nales!
El único problema, la parte triste, el drama que nadie parece tener en cuenta es que, mientras tu niÑo va reconociendo el terreno, va tomando familiaridad y participando de las coloridas actividades, vos también vas realizando tu propia .adaptación.. La rutina del parvulario empieza a ser parte de la tuya. Que el desayuno, el mate cocido, las Rumba, el disquito de Piojos y Piojitos, las pelotitas, el cuentito. Te vas comprometiendo. Pero cuando el chico ya puede quedarse, cuando ya ha terminado de .adaptarse., él es acogido como un miembro más de la pequeÑa comunidad y a vos te echan .no te digo a patadas, pero te echan. A la calle. Al frío. Al enorme y malvado mundo, donde el hombre es el lobo del hombre, donde a nadie puede llamarse un semejante, donde las puÑaladas por la espalda forman parte de la rutina diaria.
Los jardines de Infantes deberían, a mi juicio, contar con un Gabinete Psicopedagógico de .desadaptación. para padres, donde de a poco te van sacando las Rumba y las pelotitas de colores y te van agrediendo sutilmente, hasta que estás preparado para el Mundo Exterior nuevamente, sin necesidad de que el Jardín convoque a la fuerza pública para obligarte a salir de ahí como le pasa a todos (¡Sí, a TODOS!).
Miren, en este día frío, teÑido de desamparo, DJ P. presenta un temón de la Sra. Chabuca Granda, con unas fotos muy buenas de la Lima de otrora que te dan como una nostalgia aunqe en tu puta vida hayas estado ni cerca de Lima, ni la de otrora ni la de ahorora. Estuviste bien, DJ P., ahora que querés, un premio, bajá un cambio, flaquito.
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