Cuando la película .Pinocho. de Disney se estrenó en New York, se contrató .a modo de truco publicitario- a once enanos que debían permanecer disfrazados de Pinocho sobre la marquesina del cine. Durante su hora de almuerzo, los enanos se emborracharon y al llegar el público los encontraron sobre la marquesina, semidesnudos y jugando a los dados. ¡Mirá vos! (Fuente: El libro .Traigan los caballos vacíos., de David Niven. Probabilidades de exactitud: 230 %%, por libro, por David Niven y porque todo lo que tenga que ver con enanos es fascinante)
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