(Un grupo de tilingos está reunido en una disco de última moda)
JUANCHU: ¡Qué noche inolvidable!
TITINA: ¡Sí, la estoy pasando bomba!
MíMICA: ¡Y eso que no está el Maestro! ¡El Príncipe de los Playboys!
(Entra Chonchi Méndez Beterraga, el Playboy más amarrete del mundo)
CHONCHI: ¡Hola, barra! Pero, qué cara de opio… ¿Qué pasa, están en el tema del tráfico de opiáceos? ¡Ja, ja, ja!
MIMICHA: No, en realidad la estamos pasando bárbaro.
TITINA: Sí, regio! ¡Vení, unite!
CHONCHI: ¡Y cómo no me voy a unir, una noche no es una noche si no está el Príncipe de la noche! (Se acerca a la barra) ¡Mozo, una vuelta para todos!
(Todos festejan)
CHONCHI: (Se arrepiente) Ah, pará, pará. ¿Eso son los precios? Epa. ¿Qué rompí? Pará. Esperen, chicos, esperen un cachito. ¿A ver? Este champagne, “Le Petit Cochon”, ¿es bueno?
BARMAN: (Sin poder reprimir una mueca de disgusto y bronca) Y… Es gauchito. Qué se yo, es nacional.
CHONCHI: Pará. Igual… (Mueve la cabeza de un lado a otro, no muy convencido) No sé si hoy estoy para champagne… Vino, ¿vino de la casa tenés? Pará. Y Fernet, ¿tenés Fernet? ¿Cerveza? Pará. (Consulta la carta frenéticamente, pasa las páginas, muy nervioso, con los ojos muy abiertos y el ceÑo fruncido) Pará. (Resopla y cierra la carta violentamente) Muchachos, vámonos, estos son unos ladrones.
MIMICHA: Pero yo la estoy pasando bom…
CHONCHI: ¡Pero, qué ganas de atornillarse acá! ¡La noche es joven! Cómo sos, Mimicha, ¿eh? Se ve que la menopausia te agarró temprano. ¡Vamos que conozco un lugar re piola!
(Corte. Los cinco entran a un bar de San Telmo medio lúgubre y sucio llamado “Tudo Bem”, ambientado con cuatro caÑas y una palmera artificial. Suena el Carnaval Carioca)
CHONCHI: ¡Aaaah, beleza! ¡Me siento en la Copacabana! Ya van a ver, acá se especializan en bebidas típicas brasileras. Mozo, ¿una Brahma puede ser? Y cinco vasos. Y unos palitos salados. ¡Ah, no hace falta, no hace falta, acá quedaron del cliente anterior!
(Todos se sientan emboladísimos. Chonchi se llena la boca con palitos viejos que hay desparramados sobre la mesa y tamborilea frenéticamente en la mesa siguiendo el ritmo de “é meu amigo Charlie Brown”. Aparece el PRESIDENTE LULA)
LULA: Boa Noite, ¿Vocé nao é o Príncipe da Noite, Chonchi Méndez Beterraga?
TODOS: ¡El Presidente Lula!
LULA: Qué honor, senhor Chonchi. Vocé é um ídolo no meu país. ¡O ídolo mais grande do mundo!
CHONCHI: Obrigado, ¿y qué lo trae por acá?
LULA: Eu quedei com o Presidenchi do FMI, Rodrigo de Rato aquí num lugar neutral, para pagar O TOTAL DA DEUDA EXTERNA BRASILEIRA.
(Saca de adentro de su saco una GIGANTESCA MONTAÑA DE DóLARES y los pone en la mesa)
LULA: ¿Vocés poderiam cuidarme o dinheiro? Vou a um locutorio a ver si De Rato nao se perdiu.
(Se va)
JUANCHU: ¡Qué oportunidad, Chonchi! ¡Agarremos la plata y alquilamos un helicóptero y nos vamos al Casino de Marpla a jugárnosla toda!
CHONCHI: ¡Pero eso sería robar!
TITINA: ¡No, porque ganás el triple y después se lo devolvés!
CHONCHI: (Golpea la mesa) ¡Tienen razón! ¡Vamos a hacerlo! (Saca un papel y una birome) A ver, hagamos un presupuesto: Primero, helicóptero, ¿cuánto podrá salir?
(Pachu agarra el papel y se lo rompe en pedacitos)
PACHU: ¡Es ahora o nunca, Chonchi! ¡Vamos a Mardel!
CHONCHI: ¡Tenés razón! ¡Vamos!
(Corte. Calle Lavalle. En el viaje, Chonchi los ha convencido, en lugar de costearse hasta Mar del Plata, de ir al Bingo)
CHONCHI: Van a ver, van a ver, es un lugarcito muy piola, aparte, el casino de Marpla ya no es lo que era.
JUANCHU: (Medio caliente) ¿Por qué? ¿Qué tiene?
CHONCHI: Yyyyyy, no sé… Qué se yo, no me “cierra”. Es eso, no me “cierra”. No se cómo explicarte. Es eso. No me “cierra”.
(Se les acerca un borracho muy sucio)
BORRACHO: ¿Un pesito, maestro?
PACHU: ¡Qué buena idea, Chonchi! ¡Podemos agarrar a este pobre desgraciado y con esta plata lo vestimos, lo baÑamos y lo presentamos como un aristócrata europeo y lo paseamos por todos los programas de televisión nacional e internacional y cuando se descubre todo nos escapamos en un velero por el Río de la Plata a toda velocidad!
CHONCHI: (Mira a Pachu como diciendo “cheee, no seas guacho con este pobre seÑor” y al ebrio le da diez centavos) Tome, buen hombre.
BORRACHO: (Mira los diez centavos y se lo devuelve, disgustado) Ta bien, dejá. Gracias, tarado (Se va).
MIMICHA: ¡Chonchi, entremos al Bingo, esta calle me da miedo!
CHONCHI: Bueno, abuela, bueno. ¿Tomó el remedio? Pará. Pará. ¿Sabés lo que estoy pensando?
(Todos lo miran muy serios, aterrados, menos Mimicha, que llora, herida por lo de “abuela”)
CHONCHI: Yo creo que si esto lo depositamos en mi cuenta corriente a fin de mes nos va a dar un buen interés. Es como la timba, pero con menos riesgo. Y sin tanto baqueteo, que de golpe ya es medio tarde, ¿no? Yo estoy medio filtrado.
JUANCHU: (Rojo de bronca) ¡Son las diez y cuarto de la noche!
CHONCHI: Por eso. Vamos que acá a la vuelta lo deposito por cajero)
(Corte. Salen todos de un cajero automático. Están muy deprimidos y malhumorados y un poco destemplados. Chonchi no. Está satisfecho con la prudente decisión que ha tomado)
PACHU: ¿No lo ibas a poner en cuenta corriente?
CHONCHI: Síii, pero viste como son los bancos… Es una timba… Mirá si viene otro Rodrigazo… La Caja de Ahorro es más confiable… Qué se yo… Bueno, chicos, yo los dejo porque el colectivo deja de pasar en un rato, ¿eh? ¡Qué noche inolvidable!
(Se va. Las chicas lloran. Los muchachos las abrazan para consolarlas y miran a Chonchi alejarse, con los ojos enrojecidos y mucha indignación. Corte. En “Tudo bem”, Lula baila en trencito con Rodrigo de Rato mientras suena “Upa neguinho na strada”)
Publicado a las 02:01 p.m.
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