A pesar de los titulares catastróficos que suelen anunciar los artículos de esta columna, de las frases altisonantes e imágenes desagradables que suelen poblar su contenido, confieso que .Yo contra el Mundo. tiene la secreta fantasía de hacer su aporte en pos de la FELICIDAD HUMANA.
El problema de este noble objetivo es que uno no tiene la más pálida idea de cómo lograrlo: por eso solemos dar un pequeÑo rodeo y pasar a explicar, en su defecto, cómo no lograrlo; la denuncia y refutación de las falsas fórmulas de la felicidad, entonces, serían un método bastante aceptable, porque de cualquier modo no creo que esto le haga daÑo a nadie.
La fórmula que quería denunciar esta vez es ese célebre cliché de los libros de autoayuda, miniposters y horòpos del chicle Bazooka que reza que .hay que vivir el presente..
La hipocresía de esta frase es monstruosa. La verdad es que el presente es un lugar horrible. Por ejemplo: en el momento en que escribo esto son las siete de la maÑana. Tengo sueÑo, es de día pero . por culpa de esa catástrofe climática llamada .invierno. es de noche ., aún no me baÑé y siento las axilas pegajosas, y tengo que terminar este ensayo a toda velocidad, antes de despertar al niÑo y prepararlo junto a mi seÑora esposa para llevarlo al jardín, lo que es bastante agradable pero termino haciendo siempre a los apurones, sin contar que además eso ocurrirá en el futuro, no en el presente.
No hay forma de disfrutar el presente, porque, como suelen seÑalar atinadamante las personas con estudios . lo que también nos hace lamentar el estado lamentable del sistema educativo .cuando queremos disfrutarlo, ya pasó, y no hemos terminado de acicalarnos y recibir al instante que sigue que ya pasó también, y así. Creo que era algo así. Y aparte en el presente me están por cortar el teléfono (no pude pagarlo porque mi hijo cumplió cinco aÑos y me excedí en la compra de elementos para la piÑata).
Pero el detalle más importante es que si el presente fuera agradable no consultaríamos libros de autoayuda ni el horóscopo del chicle Bazooka. Lo hacemos porque nuestro presente es una PORQUERíA, y cuando vamos a iluminarnos nos encontramos que la solución a todo es disfrutar ese presente que motiva nuestra consulta. Esto se llama .círculo vicioso.. U .Oxímoron.. O tal vez se llame .Interpolación.. No sé. La verdad es que a esta hora estoy bastante confundido, por culpa del maldito presente.
En cambio el pasado, esa sìue es la paponia. No es que uno idealice el pasado; eso significaría que uno inventa cosas. Nada que ver. Sencillamente, uno filtra los elementos indeseables de aquellas vacaciones en que se insoló, o de esa fiesta en la que estuvo tres horas sin hablar con nadie, y sólo permanece en el recuerdo esa picada de rabas, calamaretis y veintidós platitos al lado de la playa, o ese momento en que soplaba una brisita fresca en el balcón. Uno edita la película, censurándole las partes aburridas o desagradables, para tener éxito ante ese espectador complaciente y medio ganso que es uno mismo.
Y ahora, la técnica que cambiará su vida: Matemáticamente, no es imposible que, con un poco de esfuerzo mental uno puede filtrar los recuerdos indeseables de momentos cada vez más próximos. Por ejemplo, ese momento en que yo tenía las axilas pegajosas y era de noche (hace unos cuarenta minutos) ahora no me parece tan malo; tiene algo de la vida de un escritor bohemio del siglo diecinueve en su buhardilla, aunque por suerte no soy bohemio .tengo obra social . y no vivo en una buhardilla sino en un PH. La verdad es que en esa época . hace cuarenta minutos . vivía en el mejor de los mundos. ¡Qué bellos recuerdos! ¡Cuánta nostalgia! ¡Qué maravilloso momento de mi vida! Qué pena que todo eso se haya terminado y ahora tenga que estar luchando con ese mouse sucio que no responde y hace de mi presente un infierno.
Llegará el día en que, con esfuerzo, tensión mental, autodisciplina y constante VIGILANCIA de mi sentido de la temporalidad, pueda sentir una dulce nostalgia de lo que pasó hace treinta segundos, regodeándome en los hermosos recuerdos de aquel momento de mi vida en que empezaba a escribir esta misma frase; ¡será lo más parecido a vivir el presente, pero viviendo el más fácilmente MANIPULABLE PASADO!
¿Ven que esta columna no sirve sólo para quejarse de Pablo Echarri?
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