La Srta. Lupe Romero se suma a la campaÑa .Prohiban el Mundial. con las siguientes propuestas para mejorar este noble deporte:
.1) El principal objetivo es meter goles: el equipo que llega a 11 goles primero gana el partido (uno por cada jugador, aunque puede ser que un jugador meta más de un gol, pero no más de dos, para fomentar el trabajo en equipo)
.2) (En relación con el punto numero uno) Ya no hay un tiempo estimado para la duración del partido, el final del partido ocurre solamente cuando alguno de los dos equipos llega al onceavo gol (cocacoleros y choripaneros van a agradecer esta medida)
.3) Se utilizan dos pelotas (una negra y otra blanca) pero sólo cuando meten la blanca se cuenta como gol, y la pelota negra cuando entra en el arco del adversario suma puntos travelpass (para obtener ganancias para el club y otros beneficios para sus asociados)
.4) Existe la opción de jugar con seis arcos, uno en cada esquina y otro a cada lado a la altura del centro de la cancha, en cualquier arco se puede hacer gol, pero no en todos hay arqueros, me parece una opción interesante para acortar la duración del partido (ver punto número dos por si quedan dudas)..
Por último (en realidad, debería decir, .para empezar., pero queda raro ponerlo a esta altura del texto), la Srta. Romero encabeza su mail diciendo .ya sé que no te va a gustar esta propuesta.. Efectivamente, no me gusta. Los patrocinadores de esta campaÑa, no queremos .mejorar. el fútbol, si no, más concretamente, .destruirlo. o .hacerlo puré. o .borrarlo de la faz de la Tierra y de la memoria de sus habitantes., y en lo posible .que todos sus fanáticos sufran algún tipo de enfermedad estomacal muy humillante durante una quincena..
Así que nada de propuestas, a ver si todavía el fútbol mejora y sigue.
Miren, una colección de fotos arruinadas por extraÑos.
Cuando se hace referencia al “gatillo” en un arma, en realidad esa pieza o parte se llama “cola del disparador”; porque “gatillo” es un componente de la llave de pedernal, que se encuentra en el mecanismo de disparo. ¡Mirá vos! (Fuente: El lector César José P., que dice que .como ex militar, siempre escuché esto de parte de mis instructores, pero generalmente el comentario era que .gatillo es un gato pequeÑo. .., para luego agregar .gracias por escuchar (soy un tipo muy poco escuchado) y sepa que me encuentro a su disposición para cualquier tarea o trabajo que usted necesite.. Probabilidades de exactitud: 100 %, porque parece que sabe mucho de armas y no quiero que se ponga nervioso . Tranca ya me dijo que él no hace más changa de guardaespaldas desde que Kevin Costner desprestigió al gremio con .esa película para chicas.)
Escribe el Dr. Tranca
Y van tres Sabelotodos de Oro per cápita (de 6 kilates cada uno, porque tampoco el prespuesto da para los 18 de rigor por tres) para los lectores, que invocan LA IRA DE DIOS sobre mi cabeza por la gaffe imperdonable cometida al final de 
Escribe Agustín Pandolfi
El lector Fernando Angiolini denuncia que “cuando se compra una ristra de chorizos para la parrilla, se puede observar la existencia de un pequeÑisimo choricito localizado entre dos chorizos, el cual esta anudado por ambas puntas. Lejos de tratarse de una aberración de la naturaleza (o de una mezquindad del maestro choricero) cumple una importante función a la hora de las brasas: ocurre que cuando la ristra es muy grande o se quiere ensartar en un pinche , esta debe ser cortada a intervalos regulares para poder acomodarla. Y allí mucha gente corta la ristra a un lado o al otro del choricito en cuestión, cometiendo un grave error: esto provoca que se destruya el nudito de piolin que mantiene armado al chorizo mayor. Esto provoca que cuando el fuego comienza a actuar, el chorizo mayor comience a perder material, quedando como eviscerado sobre la parrilla y por ende inutilizado. Lo que hay que hacer es cortar el minichoricito exactamente por su ecuador, quedando un nudito de piolin a un lado y al otro, protegiendo la integridad física de los chorizos mayores adyacentes. Sirva esto de homenaje al pequeÑo y siempre despreciado ‘choricito’ que se inmola de esta forma para permitir que sus hermanos mayores lleguen a buen puerto dentro del choripán.”