viernes, 5 de octubre de 2007

¡Macabra reflexión televisiva!





DEJEN POR UN RATITO SUS LIBROS DE SCHOPENHAUER Y SUS PARTITURAS DE MúSICA DODECAFóNICA A INTERPRETAR EN SUS THEREMIN CASEROS que voy a hablar del daÑo que el programa .Bailando por un SueÑo. está haciendo a nuestros jóvenes. Si alguno de ustedes sabe de lo que estoy hablando, habrán notado algo muy extraÑo: la nota más baja que el siniestro jurado le pone a sus víctimas es un ocho.


¡Un ocho! ¡Qué barbaridad! ¡Y lo peor es que las parejitas esas parecen recibir esa NOTAZA como una especie de insulto! ¿Dónde está el orgullo moderado pero orgullo al fin de un siete? ¿A dónde va a parar esa sensación de alivio de haber zafado con un seis? ¿Y la sensación de triunfo de un cuatro, porque .aunque sea no me aplazaron.?


¿Qué clase de estudiantes estamos formando con este tipo de ejemplo? ¿Adictos a los dieces? ¿Queremos acaso que nuestros niÑos crezcan en el traguismo impenitente, la sensación de deshonor alla estudiante de Tokio que termina en hara-kiri, la desesperación por ser el favorito de la maestra y la obsesión por el triunfo pisando cabezas y olvidando las cosas importantes de la vida?


Por favor, quiero ver más cuatros, cincos y seises como en cualquier sistema educativo normal del mundo; de lo contrario, no nos quejemos cuando las nuevas generaciones de garcas ilustrados que estamos creando nos reciban en nuestro hogar con un .veo que has llegado temprano, papi, creo que deberías poner más empeÑo en tu trabajo si querés un aumento de sueldo..


Numerito del Agradecido, para que vean que esto no se terminó, .Especial comentaristas con nombre de animal.: Para Mona Loca, a quien le gustaron las frases de Batman, unas fotos de Adam West ilustrando las frases de la muy dark versión del encapotado .The Dark Knight Returns.; para El Chancho y las de Veinte, que es geronte, una cosa antigua; para Gabi ex “Salmón de Dioxina., fan n° 1 de .Trampa de Papel. y militante anti-papelera, la canción esa de Marvin Gaye de la ecología; y para Sapo de Otro Pozo, la página del Sapo.


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