(Por abrumadora mayoría, gana el FU, Y Malvín decide mantenerse firme en sus principios y buchonear salvajamente a su compaÑero Markus, arriesgándose a morir de felicidad)
-¿Y bien, aatelisnainen? ¿Retiras la acusación contra tu amigo? .susurró cínicamente Lasse.
Le lancé un escupitajo a la cara, y luego ratifiqué mi denuncia, e incluso le conté que Markus guardaba material pornográfico .de aire- en su celda, y que era el responsable dela pintada que rezaba .Lasse se la Lasstra. (traducción más o menos libre del sutil juego de palabras en finés. N. del T.). Esto enfureció a Lasse.
-¡Veo que tienes ganas de hablar! Muy bien, aatelisnainen, luego de esto te callarás como un pajarito, ehhh. un pajarito de esos que no cantan- balbuceó indignado Lasse, mientras se dirigía ala máquina y subía le perilla al máximo: .Re Chuchi..
La Aurora Boreal se puso más bella quye nunca y el alma se me estaba partiendo en pedazos. De pronto, la zozobra: Varios orgasmos seguidos amenazaban con dejarme el cuerpo sin fluidos. ¡Pero no podía ceder! Empecé a acusar a Markus de todo lo que sabía, de las infracciones más nimias, de saltearse su turno para recibir la bazofia que nos daban de almuerzo, e incluso aporté algunas pruebas por las que seguramente aumentarían un par de decadas su condena. Lasse no podía creerlo.
-¡Maldito sudaca (En castellano en el original. Nota del T.)! ¡No cantes! ¡Cállate ¡Haz silencio! ¡Nadie puede ser tan fuerte!
Me reí en su cara y empecé, ya que estaba, a denunciar a otros prisioneros por diferentes faltas al código de conducta. Pero por dentro, me estaba destrozado de alegría. No podría tolerarlo mucho tiempo más. Entonces, Lasse se puso a revisar la máquina, para ver si podía subir la perilla aún más. Aproveché para ejecutar mi plan.
Entre las cosas que había previsto antes de entrar a la Penitenciería de Máxima Seguridad Temu Seläe, estaba la posibilidad de ser sometido a esta tortura, prohibida en todo el mundo civilizado, pero practicada a diario en todas las comisarías de la brutal Finlandia del siglo XXI.Y moviendo de arriba abajo mis globos oculares, fui acercando hasta mis pupilas el par de lentes de contacto especiales que llevaba escondidos en la parte superior de la cara interna del párpado, hasta cubrirlas completamente. Las lentes tenían impresas la foto de Jorge Battle completamente desnudo, de modo que la belleza sobrenatural de la Aurora Boreal quedaba, no sólo contrarrestada, sino que sus destructivos efectos eran contrarrtestados en el acto.
Lasse volvió a la carga: -¿No te cansas, aatelisnainen? ¿Cuánto tiempo más crees que vas a soportarlo? ¡Tengo todo el tiempo del mundo!
-Todo bien, bo. Es bonito. Claro quede golpe no es tan lindo como un atardecer en Punta Colorada, bo.
Lasse se puso pálido de indignación .por lo menos, todo lo pálido que puede ponerse un miembro de su descolorida raza. Dio un puÑetazo contra la máquina, y la apagó, y luego me desvanecí.
Luego de pasar por la enfermería, donde fui frotado y masajeado despiadadamente por las enfermeras islandesas de la prisión, di con mis huesos en mi celda. Mientras yacía, agotado, pude ver a Markus, que era conducido por dos guardias a la .Ratonera.; sabiendo que yo lo había denunciado, como un respetable ciudadano finés, ahora me miraba con gratitud y un nuevo respeto. Lo había ganado para mi causa. Desde mi celda, lo saludé con el gesto más cálido y afectuoso practicado en Finlandia, consistente en una mirada fija al infinito.
Era un pequeÑo triunfo, pero no podía dormirme en los laureles. Era hora de repasar mi plan, me quité la camisa y revisé el plano de la cárcel que había escrito en mi cuerpo con marcador al agua. El sudor de mis recientes experiencias apenas lo había borroneado. Un nombre estaba marcado con resaltador fluorescente: .Enheduana.. Lo repetí varias veces, hasta memorizarlo. Grave error.
-¿Enheduana? Ahhh, bueno, estamo en el horno, estamo, che, acá pareshe que a alguien le gusta la literatura sumeria, pareshe.
El asqueroso acento era inconfundible, lo mismo que el inmundo olor a excremento. Un .argenti. estaba ocupando la cama de mi compaÑero de celda.
-¿Dónde.? .me costó hilar la pregunta, todos mis sentidos ocupados en reprimir el impuklso de arrojarme sobre el argentino y destrozarle los huesos a patadas- Eh. ¿Dónde está Mikael?
-No te chivés, shorugua. El shuomi essste que estaba con vos pidió que lo cambien, pidió. Pareshe que te tiene miedo. ¿Vos shos el que le pegó a un maestro de cerámica? ¡Qué sharpado, pibe!
Conté en silencio hasta cien. Si el precio para liberar a mi amigo Rune era convivir siquiera 24 hs. con un .argenti., empezaba a pensar que tal vez debía abandonarlo todo. Pero la .alimaÑa rioplatense., como se conoce a los argentinos en todo el mundo, ni siquiera parecía dispuesto a dejarme a contar.
-¡Pero sho a vos te conozco! ¡Vos shos el shorugua que metió las narices en nuestro atentado a la papelera! ¡El mundo es un paÑuelo, es!
Un paÑuelo lleno de moco. Diego Ariel, el .argenti. que me habían encajado como una purulencia, estaba preso por haber invadido la papelera en los tiempos de Botnia. El mismo enemigo final nos había unido, aunque por distintas razones: yo, para salvar a mis seres queridos y al mundo del dominio de Sinter Klaas, la criatura que habpia creado al papelera. él, movido por la típica petulancia porteÑa. A este cargo, Diego Ariel había unido la falsificación, el robo, la estafa y la violación de menores: el prontuario de un .argenti. promedio. Nada sorprendente. Tuve que contar hasta mil, porque mis manos estaban agarrotadas, las venas palpitantes y a punto de reventar, formando el círculo necesario para ahorcarlo allí mismo.
-Ashí que querés contactar a Enheduana, líder de la .Banda Shumeria.. Sho te puedo hasher el enganche. Justamente tengo el original del Poema a la terrible Diosha Innana .mencionó con el típico gesto canchero que le haganado el odio del planeta entero a los miembros de esta raza despreciable, exhibiendo una tablilla de arcilla camuflada como parte del embaldosado de la celda-. Claro que me vash a deber una.
La oferta era imposible de rechazar. Pero la sola idea de cargar con la compaÑía de esta basura era insoportanle.
Si deseas bajarle todos los dientes al .argenti. ahí mismo y ahorrarte la úlcera, pero perder una oportunidad valiosísima, vota FU.
Si deseas aceptar la oferta del .argenti. para poder acercarte a la .Banda Sumeria., pero ganarte un aliado despreciable, vota FA.
(Esta historia continuará)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario