Premio Nobel de Facto de la Medicina Ilegal
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“Imagino que usted podrá decirme si debo volver o no a ser gordo. Porque cuando terminé de escribir esta lista me entró un hambre antinatural a estas horas de la maÑana, y si usted sabe tanto de Montecristo, me resulta evidente que debe saber acerca de esto.
“Porque es médico denserio, pero no como Cormillot, que tiene los mismos quince gordos en adelgazamiento desde que yo iba al preescolar a jugar a la milanesa en el arenero y volvía con diarrea.
“Métale con la respuesta, porque tengo 17 pesos y pico en la llave de consumos que me dan en el laburo, y están llenando la maquinita de Gülenes del color que mas te guste.” (Mantis)
Es una suerte que enfermos como el Sr. Mantis (aunque está mal que lo diga yo y hasta por ahí conspira contra mis intereses pero ante todo la responsabilidad médica .y además mi ex puso un recurso de amparo para que cuando me trae a las trillizas me vea obligado a guardar mi Lün un armario con llave, así que ya se pueden imaginar de qué humor estoy .pero últimamente me parece que eso de consultar a un médico, por mail encima, si tenés algo que decirme decímelo cara a cara, muy muy muy de hombre no es) pongan en el tapete esta cuestión ya que existe una gran confusión en la comunidad médica al respecto.
Ciertas .sectas. médicas, ciertos .grupitos., que en este momento conforman el 99 % del establishment médico, insisten en esto de que la obesidad es mala para la salud. Nada más falso. Lo que comúnmente se llama .obesidad. es conocido por otra corriente que llevo adelante- tan respetable como la otra porque sino esto no sería una democracia .como .músculos medio blanditos.. A diferencia de los músculos más estandarizados, en lugar de permanecer en su lugar como diciendo .uy, uy, yo me quedo acá a ver si me dicen algo., son más flexibles y maleables, más cómodos, se adaptan a cualquier vestimenta . siempre que cuente con un elástico .y funcionan como .capa protectora. del cuerpo.
Los .músculos medio blanditos de la parte de abajo. . conocidos médicamente como .barriga. o .busarda. -son muy útiles a la hora de agarrarse a las piÑas en un bar, ya que los adversarios suelen, en el 90 % de los casos, apuntar a esa zona del cuerpo. Ètos músculos funcionan como lo que se llama en la jerga automovilìica, un .airbag. que protege así los órganos internos (y ahí tienen otra contradicción del sistema: se presiona al individuo para que se saque la barriga pero te venden autos con una barriga artificial del lado de afuera. Fijate qué mecanismo tan perverso). Los llamados .rollos. son útiles para guardar monedas o cosas personales cuando estamos de viaje.
Por otra parte, los .músculos blanditos de la parte de debajo de la cara. (.papada.) son muy útiles como almohadilla, para dormir más cómodamente en el colectivo luego de una noche de esparcimiento, mientras que los .músculos medio blanditos de la parte de abajo, pero atrás. (.culo.) funcionan como asiento portátil.
Como se puede ver, la Madre Naturaleza ha pensado en todo. Todo tiene su utilidad. Si Dios hubiera querido que no fuéramos obesos nos habría puesto .Reduce Fast-Fast. en lugar de sangre y .abdominizers. en lugar de rollos. Intentar quitárselo es como querer sacarse los pulmones (excepto en el caso de las mujeres, que ahí ahí ya es distinto y, como le digo a mis pacientes mujeres, tienen que regular la cosa para no hacer pasarle vergüa su novio, tanto por exceso como por defecto, pero esto ya es harina de otro costal; el costal de las mujeres).
Y ahora, para peor, se ha ido más allá. Me dicen que se inventó una .vacuna contra la obesidad.. Es como hacer una vacuna contra tener patas. Es lo mismo. Y además no es que te inyectan y se te desprende la panza; no. Aparentemente, sería una vacuna que te saca el hambre. Es genial. Se pasaron. Miràué cráneos estos tipos lo que se les ocurrió. Podrían haber inventado algo que se llama .mondongo., que también te saca el hambre, pero no. Inventaron una vacuna. Bueno, les tengo una mala noticia, algo que he aprendido en mi larga experiencia médica y como ser humano: si no comés, te morís.
Me despido, no sin antes comentarle al Sr. Mantis que los consejos mejor que se los dé su tía, esa tía con la que se reúne para tomar el té y practicar tarjetería espaÑola, porque yo consejos no le puedo dar que no soy su papi, y además hoy revisé mi correo y el cheque no me llegó. Tranca y la próxima vez póngase las pilas.
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