Cuando el zorro quiere desparasitarse, busca una ramita, a la que toma con el hocico, y procede a meterse hasta las narices en el agua de alguna laguna, dejando fuera del agua solamente la ramita y el hocico. Acto seguido, los parásitos suben despavoridos a la rama para no ahogarse, y entonces el animal suelta la rama y sale del agua, fresquito y sin u solo piojo o pulga. (Fuente: El lector Lucas Martín Elizalde, que dice haberlo escuchado .en los encuentros en derredor de las brasas que hacen humear la sabrosa carne de algún mamífero cuadrúpedo de los que mas nos gusta saciarnos, luego de mojar nuestras existencias con el sabroso néctar Mendocino o Sanjuanino., y también haberlo visto con sus propios ojos. Probabilidades de exactitud: 100 %, porque no vamos a dudar de la noble gente de nuestros campos)
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