AntaÑo, en el Hipódromo de Palermo, existía una especie de charter gratuito para transportar a los apostadores que habían perdido hasta la camisa, que los llevaba hasta Pampa y la vía; a partir de allí debían arreglárselas solos. El lugar se convirtió entonces en el escenario de escenas patéticas, poblada de tipos sin un centavo y rompiéndose la cabeza para ver cómo regresaban a su casa. De ahí viene la expresión “estar en Pampa y la Vía”. (Fuente: Me lo contó alguien una vez. Probabilidades de exactitud: 67 %. En realidad me parece bastante creíble, pero me parece que últimamente he sido demasiado generoso así que tengo que compensar un poco)
viernes, 7 de enero de 2005
Dato 42: Pampa y la Vía
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