Un es-pec-ta-cu-lar chiste de actualidad hecho en cinco minutos, protagonizado por Julio Cobos (para que no me rompan como la otra vez, le agregué la campanita y puse un cartel adelante que dice .July Cobos.. Aparte está parecido. Como Bush me salía medio mal lo hice con la mano tapándole un poco la cara. PequeÑos trucos del dibujante profesional).
La idea del chiste, es menester aclararlo, me fue sugerida por el im-pe-ca-ble lector y comentarista Cesare, que se ve que ha nacido para esto, qué compraventa de telescopios ni compraventa de telescopios. Bueno, igual que tampoco se pase a esta línea de negocios porque somos muchos. Además, seguro que tarde o temprano el chiste también se me hubiera ocurrido a mí. Eso para mantenerlo en cintura porque viste cómo son.
No me hago cargo, por fin, de cuánto tardó Cesare en tener la idea. Capaz que tardó como diez horas. No sé. Lo quería aclarar porque no me quiero comer un juicio por exceso de tiempo en chistes de cinco minutos.
Miren DJ P., ahora hace una especie de .performance. embutido en un ambo de Thompson & Williams a rayas que lo haría parecer un seÑorito inglés si no fuera porque le queda cinco números más chico y lanzándose soda a la cara con un sifón y luego escupiéndolo para arriba y gritando (con una voz muy muy chillona y desagradable) .Salven a las ballenas, salven a las ballenas. y luego tirándose al piso y dando vueltas como Curly presenta tres temones (bueno, él no porque está haciendo la performance, el que pone los discos es un amigo de él que lo vino a ayudar. Se llama Tito): primero, Elvis Costello en su máxima expresión, segundo un clásico muy monono de los 80 de uno de esos grupos cuya característica principal es que el cantante es el baterista y por último el Sr. Wonder con la calidad a la que nos tiene acostumbrados (y de regalo una estupendamente pajera versión del mismo tema del Sr. Quincy Jones, para que se mojen todos). Y fuera de concurso, el joropo “El norte es una quimera” (muy bueno el cantante de barba que parece un .Gurú. financiero). ¡Oh! DJ P., esta vez has sobrepasado los límites de la decencia humana, viniste a poner al hijo contra el padre, al hermano contra la hermana, al tío contra el sobrino, a Kramer vs. Seinfeld. Nada, buenísimo, excelente, felicitado, puedes esmerarte más.
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