viernes, 24 de octubre de 2008

¡Al final se revela que lo mató ella!





La-Vie-en-Colours1.jpg(Crítica hipotética de una película sobre la cual no podemos adelantar mucho)


Danieul y Marie-Claudine forman una pareja de clase media alta que vive en un coqueto palacete en el barrio de Montparnasse, París.


Hasta aquí, lo que se puede contar de la película sin develar detalles fundamentales de la trama que hacen a su disfrute. Por eso intentaremos redactar la crítica sin contar demasiadas escenas de la película, por el bien del espectador; lo que sí podemos decir es que se trata de una película que rompe con todas las convenciones del género (que preferimos no revelar cuál es). El director ha elegido un camino respetable y personal; aunque se pueden hacer ciertas observaciones respecto a algunas cosas (de la película).


Por ejemplo, en la escena en la que pasa aquello. Nos referimos a la escena esa. ¡Esa! Uy, Dios mío. La parte esa, donde Danieul le dice una cosa a Marie-Claudine. Una cosa fundamental para la trama, una cosa, una cosa, qué cosa, que si no pasara, terminaría siendo distinto el rumbo de la película. Bueno, esa escena está filmada en una forma, no voy a decir cuál .para no develar sorpresas importantísimas- que produce determinado efecto. No importa cuál. Un efecto. Uno. Bueno, sobre ese efecto, justamente, pueden decirse una serie de cosas, buenas o malas .o neutrales, por qué no- que dan para pensar. Para pensar cosas buenas o malas (o neutrales).


Luego de esa escena (o de otra; no queremos condicionar al espectador antes de presenciar la película) la película toma un rumbo, que puede ser otro o el mismo que venía teniendo. No sé, no sé. No te puedo decir. Toma un rumbo .x.. Si te digo cuál te voy a estar contando detalles de la trama y después me vas a putear. En fin, toma determinado rumbo y pasan una serie de cosas (o una sola, alargada). Por ejemplo, pasa tal cosa, que es una cosa que… Bueno bueno. No digo que sea bárbara. Tampoco mala. Después pasa lo de más allá, pasa lo de más acá, y que patatín, y que patatán, y una de las partes más destacables de la película (entre todo otro montón de cosas destacables; no queremos dar a entender que hay una parte más destacable que otra) de la que se pueden decir muchas cosas o no, pero lo que sí es claro es que esa parte destacable ocurre. Aunque, quién te dice, podría no ocurrir.


O sea, es medio difícil hacer la crítica si no querés que te cuente quién es el asesino (ojo, no estoy diciendo que haya un “asesino”, es una forma de decir), pero me estoy rompiendo la cabeza. Mínimo me tendrías que agradecer. La cosa es que después de la escena destacable o tal vez no, viene una parte.


Y qué parte. Uy uy uy. No puedo decir más. Mejor me callo la boca. En bien de que el espectador pueda disfrutar de la película, y con esto no quiero decir que el espectador la vaya a .disfrutar. literalmente; no quiero que crean que la película, necesariamente, se “disfruta” en el sentido de que la pasás bomba, como por ejemplo cuando te hacen algo -una cosa, no te voy a decir qué- en algunas partes del cuerpo. Capaz que el espectador va y sufre, ¿quién te dice? No digo porque sea mala. Aunque capaz que es mala. Digo por las cosas que pasan, que no es que sean de sufrir, pero puede que sí. No sé, ya van a ver. O a lo mejor al espectador le es indiferente. O un “mix” entre los tres estadios.


Bueno, después de esa parte, ahora sí, la película tiene un final. Ojo: no estoy contando ningún detalle, porque desde luego que ya todos sabemos que la película tiene un final, sino yo todavía la estaría viendo (porque no voy a ser tan irresponsable, tan poco profesional, digamos, de hacer la película sin haber visto la película entera. Y con esto no digo que la película .hay que verla hasta el final.. No. No. Por ahí no es ese tipo de película). Bueno, bueno: está bien, a lo mejor la parte esa a la que me refiero (llamémosle .la de la pirámide., aunque en la película no hay ninguna pirámide, o tal vez sí) viene después del final. ¿Quién te dice? Capaz que es una película experimental con cosas que pasan después de que terminó, después de que llegaste a tu casa. ¿Que cómo logran que pase eso? Y, no sé. Con unos ganchos, por ejemplo.


Resumiendo, y con esto no digo que esta sea el tipo de películas .resumibles., a lo mejor no, no sé, el director .no voy a decir el nombre. Llamémosle .El Director Fantasma.- ha logrado una pieza de determinadas características, que no voy a decir cómo se llama (la pésima traducción local reveló un detalle importantísimo de la trama en el título, como ha ocurrido en otros casos, por ejemplo en el clásico de Orson Welles .El Ciudadano. donde vos ibas y ya sabías que en la película había un Ciudadano. Una falta de respeto al espectador), ni quién actúa, ni en qué cine la dan ni a qué hora. Es más, si alguien pregunta, yo no he dicho nunca que se haya estrenado, o siquiera que exista. ¿De qué película me están hablando? ¡La, la, la, la!


Por fin, aclaremos que en la película no hay personaje alguno que se llame Danieul ni Marie-Claudine ni se trata de un matrimonio de clase media alta ni nada parecido .aunque capaz que vas y pasa todo eso, no sé- y que la foto corresponde .con un fifty-fifty de probabilidades de que sea así o no- a la cosa (porque hay que ver si es una película, o un libro, o un flipper, no sé- de la que .capaz- estuvimos hablando (si es que estuvimos hablando. Yo tan seguro .o inseguro- no estoy).


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