Este objeto a medio camino entre la servilleta de papel y la bandejita de cartón de rotisería es testigo y acompaÑante del desplazamiento del viejo y tradicional pancho, de tamaÑo escueto y mostaza como única opción de condimento, a manos del actual superpancho con amplia variedad de condimentos (hasta los puestos más miserables incluyen queso fundido artificial) y coronado final de papitas fritas trituradas. Supongo que fue este último ingrediente el que obligó a la incorporación de la Mini-Bandejita, ya que sus aletas plegables intentan impedir la caída del llamado .oro crocante..
SeÑal de que la bandejita está aquí para quedarse es la moldura en forma de concha marina con la que los modelos más modernos cuentan en la parte media de las aletas: sólo la permanencia en el tiempo de un accesorio antes inexistente puede obligarlo a sufrir la incorporación de elementos estéticos completamente inútiles (si bien las aletas de la Mini-Bandejita necesitan mayor altura en el centro, para contener con más eficacia las papas fritas que se acumulan en el centro del superpancho, sí es superflua la forma de concha marina. Por no decir obscena).
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