Intentando reavivar mi carrera de actor de reparto, di a conocer hace un tiempo para que quede en el registro de los cazatalentos de Hollywood, una .Breve Lista de Papeles Copados.. Como contrapartida, y para aclarar que no es que quiera cualquier pequeÑo papel, que no escomo que me estoy regalando ni nada de eso, una breve lista de Papeles de Mierda-. O sea, si tienen uno de esos, guardenseló.
LA ENFERMERA QUE HACE LA CAMA: Nunca entendí eso de .Matar al mensajero.. Lo de que eso estaría mal. Por lo general la gente cree que el mensajero es completamente inocente, que es una especie de entidad de otro planeta y que no tiene la culpa de lo que está anunciando. En realidad, el mensajero es el último eslabón de una larga cadena de iniquidades, pero eslabón al fin; si el tipo se toma el trabajo de hacer pública la mala noticia, está oficiando de Gerente de Relaciones Públicas del autor de la misma. Es el Corach, el Alberto Fernández de la mala noticia. ¡Es un cómplice!!! Como mínimo. Porque dentro de este canallesco gremio, está aquel que se regodea en la mala noticia. El que viene a contarte sobre la enfermedad terminal de la Tía Consuelo o el despido de la fábrica del primo Patricio con una serie de rayas de aflicción dibujadas en la frente (producidas mediante una voluntaria contracción muscular) pero con un inocultable brillo de alegría en los ojos; alegría por tener la primicia, por pasarle a otro la mala onda y, por qué no, por el alivio intrínseco de que algo malo le pasó a otro y no a uno. No, todo mal con el mensajero. Yo, por ejemplo, de enterarme que el Titanic se está hundiendo, me paseo por la cubierta diciendo .muchachos, no se paranoiqueen, esto es un poco de borrasca, quédense tranqui.. Y lo bien que hago.
En las películas intentan suavizar el rol del mensajero, tal vez para que la gente no se distraiga pensando “¡Qué Ave Negra!. o .¡Qué hijo de puta el mensajero este!., y te ponen una enfermera que hace la cama. Entonces el protagonista entra para ver a ese viejo encantador del que se ha hecho amigo y ve a la enfermera haciendo la cama, que se encuentra sospechosamente vacía. La enfermera se da vuelta con cara de .qué, qué, qué pasa., el actorcete ata cabos y su mundo se desmorona.
Por qué no quiero este papel ni que me paguen (bah, no sé, te pagan por actuar, ¿no?): No jodamos, la enfermera que hace la cama es un Ave Negra disfrazada, por más que se haga la Yo no Fui. Y yo peor, porque encima tendría que disfrazarme de enfermera, y no estoy para andar despertando fantasías eróticas.
LA PRIMERA VíCTIMA DEL ASESINO EN SERIE: Antes de que pase otra cosa, la película abre con una víctima. Una prostituta que camina por el West End, un oficinista con impermeable que se toma el subte a las diez de la noche, una secretaria ejecutiva que busca su coche en un estacionamiento desolado. Y zácate. Luego vienen los policías a revisar el cadáver destrozado, la investigación, y algunas víctimas más, hasta llegar a la víctima principal que por lo general se termina salvando. Y a esa altura, de la primera víctima no se acuerda nadie. Es más, suele ocurrir que el policía o el fiscal la mencionan en algún momento: .Es el mismo modus operandi del homicidio de Molly Chesterfield. o .¿No es en el mismo lugar donde murió Munchington?., y el espectador se pregunta .¿Quién serán esas personas?. Bueno, eso me pasa a mí. Igual es verdad que me cuesta concentrarme. Ya bastante me cuesta acordarme de los nombres de la gente de carne y hueso que conozco, no hablemos de los cumpleaÑos o los compromisos sociales. ¡Y vos querés que me acuerde del nombre del tipo ese que se murió, que capaz ni lo vi porque entré tarde al cine!
Por qué no quiero este papel ni que me paguen (bah, no sé, te pagan por actuar, ¿no?): Este es uno de esos papeles en que el actor .porque si yo actuara sería .actor.- no se siente un actor, sino una pieza de ajedrez. La primera víctima no es un personaje, es una máquina, un objeto, un signo vial puesto allí para dar a entender que .hay un asesino.. A nadie le importa el tipo en sí. No tiene deudos, nadie llora su muerte y el policía recién se pone las pilas a la tercera o cuarta víctima. Por algo suele estar antes de los títulos: ¡Es como que lo dejan afuera de la película! Si vos actuás en una película y te ponen antes de los títulos, no te pagan, porque técnicamente no estás en la película. O sea, otro motivo para no actuar ni que me paguen.
EL TIPO QUE INTERRUMPE AL DECLARANTE DE .LA LEY Y EL ORDEN.: Supongo que ustedes han visto la serie .La Ley y el Orden.. Yo lo veo todo el tiempo, entre otras razones porque tengo diez canales, el menos peorcito es .Universal. y ahí lo dan, no sé, veinte, cuarenta veces al día, de las cuales sólo veo siete o quince. La cosa es que cuando los policías investigan, siempre hay un tipo, por lo general un tipo que está laburando en una obra o en una oficina, que les da una información pequeÑa, que sirve como puntapié inicial. Se trata de un personaje pequeÑo, sin demasiado margen para improvisar un monólogo para el Oscar. Ahora bien, a ese tipo, siempre lo interrumpe otro, un completo anónimo, por lo general enfocado de lejísimo, que le dice .Eh, Bob, hay que hacer esto. o .Eh, Bob, tienes un llamado. o .Eh, Bob, ¿cuándo vas a ponerte las pilas? ¡Hay que hacer esto!.; entonces Bob dice .perdón, tengo que trabajar., lo que sirve para que los policías se queden solos y hagan algún comentario sagaz a partir de la información.
Por qué no quiero este papel ni que me paguen (bah, no sé, te pagan por actuar, ¿no?): No puedo imaginar papel más humillante que el del tipo que interrumpe al actor de reparto. Ya Bob es un perejil, un pichi; el que lo interrumpe es el perejil del perejil. Aunque sea, Bob tiene nombre. El interruptor casi no tiene cara (lo enfocan de lejísimo) y si los productores de .La Ley y el Orden. ese día tienen poca plata en la caja chica, lo reemplazan por un celular (y Bob tiene que fingir que lo llama alguien, con lo que ya puede pedir un cachet extra por actuación difícil). Yo creo que peor que esto debe ser hacer de muerto, o de tipo en la hilera de sospechosos que está en el extremo derecho y que nunca es el culpable. Y no me refiero a una hilera de sospechosos cinematográfica, sino a una de verdad, donde después capaz se confunden y te mandan en chirona igual.
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