Advertencia: Y sí, viejito, voy a hablar de .Gran hermano. de nuevo, si es un tema muy chabacano para vos y perturba tu reflexión sobre lo último de Schopenhauer, cerrá los ojos o andate a un weblog más elevado, no sé, por ejemplo al de Majul.
Granhermanista orgulloso e impenitente, pero del auténtico, el de la primera mitad del aÑo, declaro que NO-ME-IN-TE-RE-SA esa tontería del .Gran hermano Famosos.; nada que ver con el auténtico, el del sopre y la gorda. Pero no hace falta estar interesado para enterarse de lo que ocurre ahí adentro.
La cosa es que cuando me enteré de que Diego, el ex -convicto de la primera versión volvía a .la Casa. (así, con mayúsculas, porque se le dice .la Casa.) tuve una sensación ambigua; por un lado me pareció que se aceptaba que la única manera de salvar el programa era trayendo a Diego, un personaje más interesante que la turba de muertos empastillados que estaban encerrados hasta ahora: una especie de reconocimiento.
Por otro lado, tristeza: ocurre que cuando traen a un crack sin equipo a un programa medio berreta, también es una especie de exhibición de decadencia. Es lo que se conoce como .Efecto Crucero del Amor.: como cuando Don Adams aparecía de pasajero invitado en el .S.S. Pacific Princess., como forma de prestigiar el programa con un ex -famoso y de que el hombre intente un triste regreso al candelero. La sensación de que nuestro héroe fue internado en un asilo de ancianos.
Miren, completamente imperdible: Lo que come el mundo! (robado de Oink!)
Actualización: Y DJ P. no podía esperar para que vean este youtubazo altamente homosexual de Al Jarreau junto a Sheena Easton que si con eso no se les bajan un poquito los decibeles es porque hay que empastillarlos, encamisarlos, apalearlos y guardarlos bajo cuatro llaves hasta que se ahoguen en sus propias babas.
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