Por motivos personales, resulta que mi equipo de “Scheduling” y Organigramas me recomienda que extienda mi vida unos quince añitos mas de lo que tenía planeado. O sea que en lugar de vivir hasta los 90 como yo había decidido, tengo que llegar a los 105 (quién te dice 110). Porque sino no me va a dar el tiempo para todo lo que tengo que hacer. O sea, no es un tema de “agenda”, de uso de la “agenda”, esto no se arregla reservando mis jueves de 20 a 21 para tal cosa, mi gente ya me hizo el cálculo y me dice que necesito más tiempo físico en serio.
Por tanto me hallo a la búsqueda de la Inmmortalidad, o el sucedáneo más asequible posible, en este caso llegar a los 110. Ya sé lo que me van a decir: “Pero capo, máster, tigre, máquina, Echarri, turbina, Antipapa, Rey de los Mendigos, poronga, Dath Vader, Amo y Señor, La Roca, El Artista, El Gimnasio, quinto jinete del apocalipis, genio del rocanrol, ¿acaso no estás enterado de que la Búsqueda de la Inmortalidad es una Quimera anhelada por la Humanidad desde hace milenios sin que ello haya dado resultados positivos jamás?” Y yo contesto: “Pero grasitas, choripansitos, gente, pueblo mío, peonada, comentaristas, tipos, Multitud sin Rostro, robots de spam que me hablan desde el ciberespacio (y que no saben que lo son), todos ustedes, la gente de hace milenios no tenía a su disposición lo que tengo yo: ¡Internet!”
Hoy por hoy la tecnología nos brinda acceso a información de toda clase de fuetes una más confiable que la otra, desde estudios de la Universidad de Connecticut que nos hablan de las propiedades secretas del tomate a páginas de institutos semi-hinduistas sobre los beneficios del relajismo y masofilaxia. A través de ellas, puedo enterarme de la infinidad de elixires anbtioxidantes, tratamientos homeoalopáticos, raíces amazónicas sanadoras y tinturas mágicas que este maravilloso planeta tiene para ofrecernos. Sólo es cuestión de, cual un Dr. Livingstone de los límites del cuerpo humano, probar TODO y quién te dice.
Como siempre existe la posibilidad de que una de estas sustancias en lugar de hacerme inmortal me haga crepar antes de tiempo (viste cómo es), es mi intención aunque sea dejar un legado. Escribiré un informe completo sobre los efectos del tratamiento en cuestión, detallando beneficios, forma de aplicación, costos y lo más importante: nivel de asquerosismo o desgrabilidad (porque vivir 110 años, queridos amigos, no es gratis).
INFORME N° 1: El POLEN
Elegí esta sustancia por su alegre color amarillo que lo asemeja a pequeñas y vivificantes florecillas. Y si al devorar esto, nuestra amiga la abeja puede luego cagar miel, tengo para mí que por lo menos no debe ser venenoso. No me cierra mucho que dice que es algo así como la secreción del órgano masculino de la planta. Eso me da un poquito de impresión. Pero la Inmortalidad bien vale esta y concesiones peores.
QUÉ TE VENDEN: Aparentemente -si he de creer a los fabricantes de polen- con esto ya alcanza para la Vida Eterna así que la búsqueda parece haber terminado. Menos mal porque ya me estaba sintiendo fatigado. Y hablando de fatiga, parece que el polen te da “aumento de la resistencia a la fatiga y de la capacidad intelectual”, cosa que nunca viene mal. También “estimula el apetito, aumenta las ganas de trabajar y baja la tensión arterial”. Me dicen acá que tal vez en mi caso no sea tan bueno el estímulo del apetito y en lo personal no sé si querer trabajar será el mejor camino para superar el siglo de vida. Pero lo de la tensión me interesa. Ahí estuvo bien el polen. Por fin, parece que es muy bueno para el tema la próstata, algo que todo hombre mayor de cuarenta debe monitorear (aunque sea a nivel psicológico, no es necesario sí o sí llegar al “Evento”), porque si por “equis” motivo te la sacan capaz que te podés llegar convertir en una mujer mayor de cuarenta, con todos los problemas que ello implica (menstruación, depilación, sensación de que se te va el tren, menopausia temprana, ser mujer, etc.). Así que vamos para adelante que no sé para que te ponen la próstata pero una vez puesta hay que hacer todo para que siga ahí.
QUÉ PASA: La verdad que no vi que pase nada. Siento un 10 % más de ganas de trabajar tal vez, que justo no sé si es lo que estaba esperando; apetito el de siempre –monstruoso- que encima no me sirve para nada porque ando a ensaladita (por esto de los 110 años). La presión no me la tomé y en cuanto a la próstata digamos que ni bien ni mal pero no tengo urgencia de comprobarlo ya ya ya ya. Cuatro puntos.
ASQUEROSISMO: Como ocurre con muchos de estos productos naturópatas, tiene medio gusto a tierra, a una tierra medio sucia. Van dos dosis, ayer y hoy, y no me da la sensación de que “mejore” o “te acostumbres” o siquiera que el asquerosismo se mantenga en una meseta con el correr del tiempo. Nononono, me parece que va a ser cada vez peor, me la veo venir. Y me compré una bolsa. Espero que tirar la guita ayude a la longevidad. Cinco puntos.
FORMA DE APLICACIÓN: Una cucharada por día. Solo es incomible, es como comer unos gránulos amarillos sabor a tierra. Bueno, no es “como” eso, es “exactamente” eso: Se ve que la energía y las ganas de trabajar no incluyen la capacidad para la comparación literaria. Así que recomiendan tomarlo con jugo de naranja porque lo absorbés más, con lo que conseguimos un jugo de naranja intomable. Hoy probé con Actimel de vainilla (por lo de los 110 años) y el resultado fue notoriamente diferente: Actimel intomable. Igual hay cosas peores.
EL VEREDICTO: 0,8. Conseguido de dividir la efectividad por el asquerosismo. Suena a poco, especialmente teniendo en cuenta lo ambicioso de mi objetivo.
Maténganse alertas, el Inmortal sigue en la búsqueda.
domingo, 18 de noviembre de 2012
¡El Inmortal: Informe n° 1!
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