viernes, 2 de marzo de 2012

¡Lanzan notables mejoras de la Guía “T”!


La CoMeTra (Comisión para el Mejoramiento del Trabajo Ajeno) ofrece en esta ocasión una serie de sugerencias para que uno de los mejores inventos del Hombrre –La Guía “T”- alcance niveles Divinos de Perfección. Se cree que, de incorporarse estas innovaciones, los actuales GPS quedarán completamente obsoletos.



La Guía “T” con autitos: Se trata de la misma Guía “T” (o Lumi, o Filcar, o la marca que ud. prefiera) , igual igual igual a la que está ahora, pero que viene con los autos que hay en la calle, dibujaditos en las calles del plano. Como para saber el tema del tránsito, si hay embotellamientos, etc. No hace falta ninguna tecnología ni interfaz satelital de ningún tipo: Simplemente mediante una investigación, censo de autos y reedición periódica, total el tránsito siempre viene a ser medio igual. Hilando fino, desde luego, debería haber una edición de Guía “T” para la mañana, otra para la tarde y otra para la noche, con diferente cantidad y disposición de autitos según la hora. Para el fin de semana no hace falta. Ya sería una exageración. Se premia con una suscripción anual gratuita de Guías “T” a quien encuentre su propio auto en la calle de algún plano.



El Planisferio “T”: La división en páginas redunda en practicidad para la manipulación de la guía, pero conspira contra la decodificación de distancias. Es difícil darse una idea de a cuánta distancia está uno desde Floresta a Palermo, por ejemplo, contemplando ambos puntos en páginas separadas. Para una visión global, la Guía debería venir con un plano desplegable donde poder visualizar la distancia total, de punto a punto. Sin embargo esto sería retroceder a la época de la vijea Guía peuser que, efectivamente, consistía en un librito con los colectivos y un incomodísimo mapa para desplegar. Proponemos entonces que, en una página intermedia entre la carilla de los planos y la de los colectivos venga POR ESCRITO una lista de posibles lugares a donde ir desde el plano presente y te lo calcule en más o menos cuadras. Por ejemplo, estás en el plano de Floresta, y en la susodicha página te dice: “Y… hasta Palermo tenés cuarenta cuadras”, o “Y… hasta San Cristóbal tenés Sesenta Cuadras”, o “Y… Cuadras más, cuadras menos, hasta Villa Pueyrredón tenés cincuenta cuadras”. Y así. Si funciona, una edición “Full” de la guía podría incluir, por ejemplo, cuántas cuadras tenés desde Villa Gral. Mitre hasta Boulder, Colorado, U.S.A.



La Guía “T-Borderline”: La división en páginas de la Guía conlleva otro problema: las páginas, debido a su condición de tal, tienen bordes. ¿Cuántas veces hemos tenido serios problemas de identificar un lugar, sitio o paraje adonde hemos de ir debido a que se encuentre “en el bordecito” de una página, a veces cortado por la mitad, el nombre de la calle inexistente o incómodamente impreso, conviertiéndolo en una virtual “Zona Fantasma” o Triángulo de las Bermudas que merced a la arbitrariedad de un diseñador gráfico (¡o la a veces brutal guillotina de la Imprenta!) queda fuera de nuestra capacidad de abstracción espacial? ¿Es posible que vecinos inescrupulosos y amantes de la exclusividad paguen a los fabricantes de Guías para colocar sus propiedades en los bordes, y de ese modo evitar la excursión o visitas de ciudadanos de otras tierras? Para paliar este grave flagelo, propongo que al final de las guías se incluyan papelitos (a modo de las Erratas de los libros) donde se hallen impresos parte del borde de una página con la continuación de la siguiente. Para tener una visión más totalizadora de esas Zonas de Exclusión. Bonus Track: Estos “bordecitos extra” pueden utilizarse como prácticos señaladores.



La Guía “T” al desnudo: Solucionadas las fallas que hacen al plano de la Ciudad, entendemos que falta. Falta la parte de los colectivos, que incluye recorrido, número y hasta un monono dibujito de perfil donde podemos ver de qué color es. Pero una guía útil y exhaustiva que nos permita trasladarnos con fluidez debería incluir: Ubicación exacta de las paradas, horario oficial de la llegada de cada interno a cada parada, horario real (con margen de error de media hora), estadísticas acerca de si el tipo para o no para, cantidad de pasajeros según el horario, porcentaje de posibilidades de enganchar un vehículo vacío si dejamos pasar determinado interno, carácter y análisis psicofísico de cada chófer (recuerdo el dato que me proporcionara un compañero de trabajo sobre un interno muy deseable porque el tipo “manejaba como un desesperado” y te tardaba doce minutos de Palermo a Saavedra), pasajeros recurrentes y su tolerabilidad, asientos con desperfectos, funcionamiento o no del timbre, aclaración de si el timbre es sonoro o silencioso (lo que nos evita la humillación de gritar “¡parada!” como un vejestorio cascarrabias a un chófer que ya está avisado), posibles oasis de carne humana en el interior del vehículo, cálculo integral sobre la posibilidad de subida de viejas o embarazadas (según sanatorios o consultorios de PAMI que se encuentren en el camino), si el colectivo es de la empresa de Macri o no de Macri, belleza del recorrido, etc. Incluiría además unas páginas en blanco POR COLECTIVO para incluir expereiencias personales, tipo “Con el de este interno me putié y le dije que lo iba a hacer echar” o “La máquina me cagó 50 centavos, reclamar la próxima vez”.



Confiamos en que estas mejoras sean aplicadas a la brevedad.


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