Desde hace unos días enormes carteles que empapelan toda la ciudad nos recuerdan . con una actitud medio de ave negra .que ante cualquier emergencia llamemos al número 911.
Desde ya que los esfuerzos del Gobierno Nacional son infructuosos, porque ya tenemos el numerito en cuestión grabado a fuego gracias al TRABAJO DE AÑOS realizado por NUESTRO VERDADERO GOBIERNO EN LAS SOMBRAS: ¡Hollywood!
Pretender que un par de carteles superen el poder de comunicación de las películas de persecuciones de coches es como querer tapar el sol con las manos. O como sacar agua de las piedras. O como que el árbol no nos deje ver el bosque. No sé, es como alguna de esas metáforas, o dos de ellas combinadas. No estoy seguro.
Pero mi cuestionamiento principal es el numerito en sí: 911. Me parece que por más que lo tengamos impregnado en la memoria es un número complicadísimo. Fijate que tenés que marcar primero el 9, que ya es medio rebuscado. Lo lógico, si tenés que teclear un número rápido, es que teclees el primer número que se te viene a la cabeza, que por orden numérico sería el 1. Bueh. Vaya y pase. Después, no contentos con eso, te mandan a recorrerte toooooodo el teclado, hasta la otra punta, para marcar . ahora sí, cuando ya es tarde .el 1; encima en diagonal, que ya un niÑo de 3 aÑos no lo puede hacer, porque no tiene el concepto de diagonal.
Y acá ya parece una joda: en lugar de volver al 9, que para facilitarte las cosas con el concepto de .capicúa. sería lo más sencillo, o tocar otro número (que es lo que uno piensa que va a ocurrir, porque los dos primeros números son distintos entre sí), no. Tenés que volver a teclear el 1. Imposible hacerlo más difícil. Y todo eso, toda esta operación que combina la memoria, la alfabetización la matemática y la motricidad fina, mientras el loco de la motosierra está derribando tu puerta. No es raro que los yanquis, que inventaron este número, tengan la mayor cantidad de asesinos seriales por metro cuadrado del planeta: se la hacen fácil.
¿Qué les costaba buscar otras opciones?
-111: Reúne el número más sencillo . quien más, quien menos, todo el que ha aprendido a contar ha pasado en algún momento por el 1. Pim, pam, pum, tres veces el mismo y que el loco de la motosierra caiga acribillado.
-123: No puede fallar. 1, 2, 3. Es lo primero que se te viene a la cabeza. Aparte están uno al lado del otro, en la misma línea. Los dedos ni siquiera se cansan.
-555: Este tiene la ventaja de que está en el medio del teclado. Por torpe que sea uno hay grandes posibilidades de que uno lo teclee aunque sea por error.
-1: ¿Y de dónde salió que tienen que ser tres números? No arriesguemos. Si lo hemos visto en acción, hay grandes posibilidades de que Jason Vorhees te corte el .dedo de teclear. con el machete cuando ya estés por el segundo número. ¡Nada, .1. y que el Comando Radioeléctrico esté acribillando la fachada de nuestra cabaÑa en el lago!
-123456789*0#: Yo creo que si Norman Bates te está acuchillando no hay tiempo para estar discriminando un número de otro. Probablemente en esa situación nos olvidemos de lo que significa la palabra .número., o si el 2 viene después del 1. El teclado del teléfono debería ser visto como una especie de gran botón, que podemos presionar en su totalidad con ayuda de un cenicero de mármol colocado estratégicamente.
-.Todos los teléfonos.: Tal vez sea una medida un poco extrema, pero si vamos a lo seguro, ¿no sería mejor que todos los números nos comuniquen con Emergencias? Por las dudas. Una pequeÑa medida preventiva. Una voz cordial nos preguntará .¿Todo Ok? ¿Todo liso?. y luego, ante la respuesta afirmativa, nos derivará con el número que marcamos originalmente.
Aunque francamente me parece que en realidad nos deberían llamar ellos. O sea, yo no soy el que tiene que ocuparse de mi seguridad. ¡Para eso pago mis impuestos (Bah, algunos)! Escuchame, si no puedo vivir en un país donde la Policía me llame cada cinco minutos para preguntarme si estoy bien, me parece que esto es LA LEY DE LA SELVA.
Y nada de .no, sabés qué pasa, te llamé y no te encontré.. ¡Dejame un mensaje, que para algo hay contestador!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario