Cuando todavía la revista .National Geographic. no ha contestado a mi carta acerca de si le puedo poner .chachalupio. al animal nuevo ese que apareció y tampoco me han informado si eso me puede reportar una ganancia mensual en concepto de derechos de propiedad intelectual, ahora un equipo de .científicos. . como si no debieran estar ocupados en conseguir la eliminación genética de la papada . descubre un .Jardín del Edén sobre la Tierra. (como si, por otra parte, el Jardín del Edén se hubiera asentado en Neptuno).
Ellos lo llaman así: Yo lo llamo un verdadero .viva la pepa. de la zoología; una fiesta menemista de la colocación de nombres de animales. En lugar de dejarnos ese trabajo a los profesionales, se ven venir las muchedumbres de diletantes que, papel y birome en mano, van viendo foto a foto o animal por animal y diciendo .Rodoprucio., .Chilavencio., .Clotolmodio., .Raposinfro., .Chachalupio enano.. Así, sin orden ni concierto y buscando el èto fácil, el apluso inmediato, la ganancia estéril; mientras tanto, los criteriosos, los reflexivos, yo y mi equipo, tardamos CASI DOS HORAS en ponerle nombre a la rana de la foto (.Rana Mediana., por si les interesa; le íbamos a poner .Rana Gigante., pero algunos miembros del equipo argumentaron que no se ve bien de qué tamaÑo es; con la misma excusa rechazaron .rana enana.. Por fin, llegamos a esta hábil componenda). Y recién ahora estamos sometiendo a votación los posibles nombres del .ave de cabeza naranja que se alimenta sólo a miel. (.Por ahora van ganando .Cracardumia., por el ruido que nos imaginamos que hace . y el un poco elemental para mi gusto .Pájaro de la Miel.).
De cualquier modo, lo grave del caso es que no se nos permita terminar nuestro trabajo de nomenclado antes de seguir descubriendo animales; la tan cacareada .extinción de especies. que, si bien era un poco triste, por lo menos nos daba un poco más de tiempo para terminar de emprolijar nuestro trabajo (antes de la abrupta aparición del chachalupio estábamos tratando de sacarle la palabra .osito. al .osito koala., que no es un oso .aunque tampoco se sabe bien qué es), parece estar revirtiéndose en forma descontrolada, algo así como un .efecto rebote. luego de tanto cazador furtivo, quema de selvas e instalación de papeleras.
Y aparte, ¿no trabajan en equipo? Por un lado, hasta ahora la cosa era que los científicos abrían .reservas ecológicas., para que no entre nadie. Esto está bien, así nos guardamos los mejores nombres . tenemos una carpeta . para los animales que realmente valen la pena. Pero por otra parte, estos tipos van y se meten en un lugar .al que nunca había llegado el hombre. – o sea, reservas ecológicas de facto – y encargan una pila de trabajo de golpe.
¿En qué quedamos? ¿Nos quedamos afuera o entramos?
¡No, en serio, que avisen! ¡Porque entonces los ponedores de nombres tenemos la oportunidad de pedir un .crédito blando., contratamos un equipo de doscientos creativos publicitarios, compramos una computadora (o muchos blocks de hojas rayadas), algunos pasajes de avión y vamos y les ponemos el nombre ahí en directo, con el animal de cuerpo presente!
Y no nos mandamos mocos como el del .Ñu., que el responsable debería ir preso.
Publicado a las 02:34 p.m.
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