Se llama técnicamente (bueno, más o menos) .Big Crunch. al .efecto rebote. del .Big Bang., o un .Big Bang. al revés, que terminará reuniendo a todo el universo en un pequeÑo e infinitamente denso átomo. Se especula que durante este procedimiento . del que dudo salga algo bueno para nosotros – el tiempo mismo volverá hacia atrás; Y podremos ver cómo el huevo roto se rearma milagrosamente, cómo el pez vuelve a entrar al río y escupe la lombriz, y cómo arrancamos de las manos, con una sorisa de vindicación, al librero de segunda mano, ese manual de Biología que le habíamos malvendido.
Sin embargo, algunos sutiles retrocesos presentes en nuestra civilización nos indican que este proceso ya está comenzando. No, no me refiero a las hambrunas y guerras santas que parecen mantenerse en una saludable constante a lo largo de la historia (ni tampoco al inesperado regreso triunfal de Mario Sapag), sino a pequeÑos fenómenos que nos indican que estamos avanzando hacia atrás:
EL MENSAJE DE TEXTO: Creíamos que el teléfono era el pináculo de la evolución comunicativa. ¡Imaginaos, hombres del siglo diecinueve! ¡Podréis hablar con personas a millones de kilómetros de distancia, en forma instantánea y casi mágica! Sólo faltaba el videoteléfono para sentir que seguíamos progresando, pero por supuesto había algunas objeciones respecto de el verdadero aspecto de las empleadas de las hot-lines; de cualquier modo, un botón on/off podía solucionar este asunto. El paso siguiente sería la teletransportación.
Sin embargo los inventores se empezaron a entretener en derivaciones y desvíos hacia el costado: El e-mail nos permite recibir cartas más o menos rápido; el celular nos permite hablar por teléfono desde el interior de una taza giratoria. Pero no representa necesariamente un .progreso.. Para disimularlo, los telefónicos empezaron a ponerle juguetitos, cámaras, rayos láseres y herramientas completamente inservibles. Entonces hizo su aparición el mensaje de texto.
Y desde entonces vemos a docenas de palurdos tecleando trabajosamente los botoncitos de sus maquinitas, con la excusa de ahorrarse unos centavos miserables o de hacernos creer que son espías o Donjuanes que se manejan mejor en la clandestinidad; La realidad es que, teniendo frente a sus narices nada menos que un teléfono, un teléfono pequeÑo, de colores y con lucecitas parpadeantes para atraer a los niÑos de la casa pero teléfono al fin, el usuario atrapado por el primer oleaje del .Big Crunch. está llevando adelante prácticamente el mismo proceso que utilizaban los pioneros del TELéGRAFO; Sus mensajes tienen la misma vida y belleza de redacción que los viejos telegramas de felicitación o despido (aunque es una pena que estos últimos no puedan adornarse con emoticones); y por la cara de concentración, los minutos perdidos, y la cantidad de golpecitos rítmicos con que castigan a su instrumento, daría casi lo mismo que se manejara con la CLAVE MORSE.
LAS SERIES EN .TIEMPO REAL.: Ya va por su tercera o cuarta temporada la serie .24., cuya máxima innovación parece ser que transcurre en .tiempo real., si es que esto existe. Significa que si el personaje tarda quince minutos en lavarse los dientes (los recomendados por mi dentista, la última vez que lo vi, allá por el 98), la historia tardará quince minutos en mostrármoslo. Y si cada capítulo dura una hora, en realidad, técnicamente, 44 minutos, entonces cada episodio en la vida de estas personas durará unos arbitrarios 44 minutos.
Estos inoperantes lo que han hecho es eliminar de su peliculita nada menos que el narrativamente evolucionado concepto de .elipsis., que nos permite evitar tiempos muertos y trasladar una historia veinte generaciones más allá; de paso han barrido con los pantallazos de la infancia del protagonista, con la cámara lenta, la cámara rápida (lo que nos explica por qué genios como Benny Hill nunca utilizaron el .Tiempo Real.) y, por supuesto, las historias de viajes en el tiempo, que no podrían jamás transcurrir en tiempo real. Por supuesto, hacenn una excepción para ir a cortes comerciales, donde se supone que el tiempo queda suspendido.
El público, ansioso de novedades, espera el estreno de una novedosa serie en blanco y negro, o sin sonido.
LAS SALIDAS A LAS 3 DE LA MAÑANA: No quiero sonar como un VIEJO AMARGADO Y RESENTIDO (¡No, claro!), pero me da un poco de bronquita cuando los jóvenes de hoy en día creen estar quebrando todas las barreras saliendo de casa a las 3 de la maÑana; Se supone que para ello, por supuesto, duermen una siesta de cuatro horitas a la tarde. Los padres alzan sus voces indignados y temblando ante los monstruos de los estimulantes y el sexo inseguro que acechan a sus polluelos.
En realidad la rutina de estos jóvenes, medida en su totalidad, es más parecida a la de una virgen de los aÑos cincuenta que iba a dar la vuelta del perro y luego a la matinée a ver una de Angel MagaÑa que a la de rebeldes post-punkies del siglo veintiuno; ¿tan DEBILUCHOS son que necesitan salir a las TRES para aguantar hasta las OCHO? ¿Y siesta? ¿Necesitan siesta, como un jubilado de noventa aÑos?
Una juerga de juventud tal como yo la recuerdo comenzaba a eso de las diez de la noche, donde se comenzaba a beber lo que fuera que hubiera en la alacena de los dueÑos de la escritura de la casa . aprovechando su conveniente ausencia. Luego, un poco de embrutecimiento viendo MTV y a la medianoche nos lanzábamos a las calles. Luego, si hacía falta, también permanecíamos hasta el amanecer; vale decir que sometíamos a nuestro cuerpo humano y nuestras neuronas al doble de tiempo de degeneración e ingestión de sustancias tóxicas. Y no recuerdo que para ello necesitáramos siesta, sino más bien un sueÑo reparador al día siguiente hasta las dos de la tarde.
Luego aparecen esos informes aterradores sobre .la noche., donde se nos quiere aterrar con las PELIGROSAS DROGAS que ingieren los imberbes de hoy para seguir este .INHUMANO RITMO DE VIDA. (O sea, cinco horitas afuera de la casa, después de una reparadora siesta). Pregunta: ¿Están seguros de que no les están vendiendo píldoras de tecito de tilo?
Parecen leves retrocesos; pero pueden ser las seÑales de que el GRAN COLAPSO está cerca. Recomiendo reubicarse en espacios amplios y abiertos, para que el apretujón tarde un poco más.
Publicado a las 02:19 p.m.
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