viernes, 10 de junio de 2005

¡POR UN CAPITALISMO SALVAJE PERO EN SERIO, CON TAPARRABOS DE LEOPARDO Y ESE TIPO DE COSAS!





Se llama al nuestro un “capitalismo salvaje”, creo yo que por la comparación con la vida en la anárquica jungla; No estoy tan de acuerdo, porque las poderosas fieras de nuestro sistema no hacen lo que se les da la gana así nomás; Deben tomarse el trabajo de presionar para conseguir leyes a su favor o adornar a funcionarios, con todo el complicado trabajo de papeleo y transferencia de fondos que eso conlleva.


Y además, ¿que pasa con la gente “del común”; el hombre “del común” no tiene la sensación de que su capitalismo sea tan salvaje. Hay demasiadas reglas. Una de las leyes más opresivas de nuestro sistema, por poner un caso, es que para comprarse un artículo suntuario o caro se deben desembolsar grandes sumas de dinero.


No, aún hay mucho camino que recorrer para conseguir un capitalismo salvaje, o por lo menos silvestre, y disfrutar de estas nuevas leyes:


LEY DE LA LIBERACIóN DE LA MONEDA FUGITIVA: Libérase de su propietario actual a toda moneda que se cae al piso accidentalmente. Libérase también asimismo al transeúnte que está cerquita de la obligación moral de decirle “eh, se te cayó una moneda” o de alcanzársela si es una persona mayor. Establécese que el más rápido, astuto o ágil en recógerse la moneda pásase a serse su nuevo propietario (en parte como castigo a la torpeza de su propietario anterior) y permítesele que incluso le diga “chiiiva, chiiiva” pasándosele dicha moneda por las narices.


LEY DE LA BúSQUEDA LEGALIZADA DE MONEDITAS ABAJO DE LOS ALMOHADONES AJENOS: Establécese, como complemento de la ley anterior, que séase perfectamente legal y digno e incluso elogiable que quien permanezca escaso de cambio para el colectivo estándose en una casa ajena puédase, para soluciónarse su problema sin moléstarse al dueÑo de casa, revisársese bajo amohadones, sillones, muebles, bolsillos de sacos, cajones e incluso bolsos o carteras, en busca del cambio que haga falta, dejándose a criterio del “buscante” la apropiación o no de billetes más grosos que encuéntrese y que permítanle la adquisiciónsese de otros bienes.


LEY DE LA TASACIóN SUBJETIVA DE BIENES: Permítese al comprador en el súper que le ponga un precio estimado a los bienes que adquiere, más bien basado en el sentido común y en la situación financiera personal. Establécese la legalidad de que dígase cosas como “la verdad es que tres con cuarenta por una bolsa de leche fermentada y disgregada (a.k.a. queso rallado) me parece un afano. No yo te doy, a ver… (piensa) un pesito. Es lo razonable y además este mes estoy medio cortaderas”, obligándose al cajero a encojérsese de hombros y décirlese que pase – total la plata no es suya.


LEY DE LA SUPERVIVENCIA DEL MáS FUERTE PERO EN SERIO: (Anteproyecto elaborado por el Dr. Tranca) Establécese que, llevando hasta las últimas consecuencias este concepto evolucionista aplicado a la sociedad humana, que el más fuerte, pero en serio, sin metáforas, el que pésese unos veinte kilos más y estúdiese artes marciálese, tenga el derecho de obligarse a equis persona, sopapo mediántese, que entréguesele el efectivo portado encímase. Estimúlanse de este modo la desaparición de millonarios escuálidos y flacuchos (que suélense dedicársese a la explotación del trabajador manual por envidíase de sus mánose fuértese y sus espáldase hercúlease), así como contiéndase altamente atractívase, como la del fornídose Lópeze Múrphyse apropiándosese de la fortuna de Mauríciose Mácrise a los castáÑazose.


Publicado a las 09:34 a.m.


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