El Sr. Javier Rodríguez, weblogero, rinde homenaje a este “artilugio que se me antoja irrisorio y en vías de alcanzar la obsolescencia: el ‘mojadedos’. Sip, esa gilada que usan los cajeros de banco (no se me ocurre otro oficio que requiera semejante recurso) para pasar los billetes de a uno y no darnos nunca un vuelto de más.” En realidad este artículo se ha visto principalmente en oficinas de correo postal o establecimientos burocráticos; su propósito más extendido es mojar estampillas.
La ciencia de la ortopedia alcanza su punto más bajo con este sucedáneo repugnante y rudimentario de la lengua humana.
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