La miel no sólo no se pudre sin que tambien es un excelente antibiótico tópico. En el siglo XX, durante la I Guerra Mundial, los doctores alemanes se sirvieron de una mezcla de miel e hígado de bacalao para impregnar las vendas con las que cubrían las heridas de los soldados. (Fuente: El lector Guillermo Estella. Probabilidades de exactitud: 23 %, para no arriesgarme a juicios por ejercicio ilegal de la medicina – Tranca jamás me perdonaría usurpar su puesto)
martes, 7 de junio de 2005
Dato 405: La Miel 2
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