Como ya me estoy poniendo canchero en el arte de la crítica cinematográfica mirando el afiche, esta vez les brindo no una, fíjense bien, sino tres. Vean el paso audaz que he decidido dar; lo prudente hubiera sido, en el mejor de los casos, hacer dos. Pero como soy guapo paso al peldaÑo siguiente, sin red ni paracaídas.
Como tampoco estoy loco, he decidido estudiar un poco a algunos colegas más experimentados. Leyendo la revista “Rolling Stone” leí que uno decía, refiriéndose al cantante del grupo “Intoxicados”, que “su autoconciencia y ubicuidad son innegables (o algo parecido)”.
Quitémonos la máscara: yo no podría escribir algo así ni en un millón de aÑos. No se me hubiera ocurrido JAMáS. Pero, con la humildad del eterno alumno de la vida, la cabeza gacha y la expresión mansa, voy a ROBARLA y utilizarla a la primera oportunidad que tenga.
La primera película “fuerte” de “la” semana es “El delantal de Lili”, un film nacional que se inscribe en la tradición de películas en cuyo afiche hay unas cabezas flotantes y borrosas en la parte de arriba. El afiche es un poco desconcertante, porque si bien hay una chica que debe ser “Lili” (no sabemos si se pronuncia “Lili” o “Lilí”; el acento ortográfico brilla por su ausencia), no se ve un delantal ni por asomo; El tipo, tanto en la imagen de arriba como en la de abajo, tiene una camisa, mientras que Lili tiene un vestido floreado.
Por otra parte, no sabemos como se llama el tipo porque no figura en el título ni en ningún otro lado. Para terminar de embrollar las cosas hay un amanecer en una playa. Lo más probable, en todo caso, es que el delantal del título sea una especie de “delantal simbólico”, que simboliza la barrera que pone Lili para no “ensuciarse la ropa” (una ropa simbólica) hasta que descubre el verdadero amor y se entrega al solaz y al frote de papadas, tal como vemos en el afiche. En resumen: una película romántica (o sea, para mujeres), un poco confusa y con mucho simbolismo, aunque su autoconciencia y ubicuidad son innegables.
La segunda película es un thriller que se llama “Secretos de un secuestro”, y que debe ser bastante heavy porque el fondo es todo negro. El protagonista es Robert Redford, porque está en el rectángulo del medio y además es más grande. Además debe ser el secuestrado, porque tiene puestas unas esposas, y además no va a ser el secuestrador, teniéndolo a Willem Dafoe en la misma película, con esa cara de psicópata (encima con bigote). Por último, también actúa Hellen Mirren, aunque no se sabe bien en rol de qué, porque tiene una mirada medio pérfida de reojo que no me inspira ninguna confianza. Mejor es que el espectador saque sus propias conclusiones.
Seguro que ustedes no lo ven, pero abajo de Hellen Mirren está la silueta de unos árboles en blanquito. Lo más probable es que Robert Redford esté secuestrado en un bosque. Esto no habla muy bien de la película porque en general las películas que transcurren en un bosque son de bajo presupuesto. Claro, en un bosque prácticamente no tenés gastos. Pero de cualquier modo su autoconciencia y ubicuidad son innegables.
He dejado para el final al estreno más “jugoso”: Se trata del film galo “El restaurante”. Desde ya que, por ser una película francesa, viene completamente mal parida. Ni siquiera actúa Jean Paul Belmondo. Al parecer es una película de gracia, porque el protagonista -el que está vestido de mozo- tiene una expresión muy graciosa, mientras mira a la actriz anoréxica que se aleja hacia afuera del afiche.
Es interesante notar que la chica tiene una copa de vino en la mano, lo que confirma que la película es francesa, aunque la confirmación no hace falta porque todos los créditos son franceses y en el afiche dice que “es una de las comedias más perfectas que ha dado el cine francés”. Pero me pareció interesante seÑalarlo. En los afiches de las películas norteamericanas jamás se les ocurriría poner vino. Me parece que está prohibido.
Por último, el otro personaje parece ser o bien un gay con problemas de autoestima o bien un autista erudito tipo “Rain Man”. En resumen; un canto a la vida, con un protagonista inolvidable y encantador que resuelve con su alegría de vivir los problemas psicológicos de sus seres cercanos, el autismo de él y la anorexia de ella. Todo transcurre en un restaurante, pero su autoconciencia y ubicuidad son innegables.
Publicado a las 11:21 p.m.
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