La lectora Elba me envía esta extraordinaria leyenda urbana:
“Mi abuela decía que a las papas, después de pelarlas, había que sacarle todos los puntitos negros que aparecían, ya que una vez cuando era chica le dejó los puntitos…
“…Y cuando abrió la olla para ver la cocción de las papas había un montón de ojos mirándola…
“A mí me encanta esta historia, y sobre todo nunca le dejo ningún puntito a las papas cuando las pelo… Por la dudas, ¿viste?”
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