(Nuestras cámaras espían la reunión donde se presentó la propaganda esa de Coca Cola donde muestran gente que salió mal en la foto y dice .ay, ay, ay, riámonos de mí.)
EL HIJO DE ARGULLA: (Terminando su presentación no en Power Point, que sale muy caro, sino en Paint) .Y la idea es presentar gente saliendo TODA MAL en la foto, aprovechando un poco esta nueva ola de publicidad donde, en lugar de mostrar MODELOS INALCANZABLES DE BELLEZA, mostramos a la gente común tal como es: HORRIBLE.
EL CLIENTE: (Interpretado por Edward J. McKinley) ¿A ver, a ver, y cómo sería?
EL HIJO DE ARGULLA: Bueno, por ejemplo, mostramos a este tipo que sale con los ojos medio cerrados por el flash.
(De golpe, todos notan que el hijo de Argulla tiene un cacho de acelga bastante importante entre los dientes. Escuchan su presentación conteniendo la risa, muy tentados)
EL HIJO DE ARGULLA: (Sorprendido por el éxito de su presentación) .después, esta chica, desesperada por agarrar el ramo de novia.
(Todos lo miran tentadísimos y lanzando resoplidos humorísticos. Rolando, el posible director del comercial, se tapa la boca y emite unos ruidos inarticulados)
EL HIJO DE ARGULLA: (Se ríe, contagiado por los demás. Está muy contento. No imaginaba que su idea era tan buena. El cacho de acelga flamea de un lado al otro) .o esta otra, ja, ja, que sale de la pileta, tratando de que no se le salga la malla.
(Estallan en carcajadas salvajes. Rolando golpea la mesa. El Hijo de Bacceli se enjuga las lágrimas)
EL HIJO DE ARGULLA: (Intentando ser modesto. La acelga le cuelga de una comisura de la boca) .Y, bueno, esa es la idea, ¿no? Jugando un poco con esto de reírnos de nosotros mismos, y. Bueno, veo que les gustó.
EL HIJO DE BACCELI: No, no (riendo), es que.
EL HIJO DE ARGULLA: ¿Qué pasa?
ROLANDO: No, nada, la idea está bien. Pero resulta que todo este tiempo tuviste MEDIA HOJA DE ACELGA pegada en los dientes. ¡Fue graciosísimo!
EL HIJO DE ARGULLA: (Se pone rojo y algo consternado) ¿Qué?
(Todos vuelven a estallar en carcajadas. La asistente del cliente le pasa un espejito. El Hijo de Argulla se mira, bastante decepcionado y medio caliente)
EL HIJO DE ARGULLA: ¡Bueno, me podrían haber AVISADO! No es gracioso. Yo acá matándome con la presentación. Y todo el tiempo creyendo que les había causado gracia.
EL HIJO DE BACCELI: ¡Es que eso fue lo mejor de todo!
(Otro estallido de carcajadas, más salvaje que el anterior. La asistente del Cliente grita .¡Me meo! ¡Me meo!.. El Cliente se queda sin aire, exhalando unos silbidos tipo perro Patán. El Hijo de Argulla se curza de brazos, completamente frustrado y masticando bronca)
EL HIJO DE BACCELI: Bueno, che, no te pongas así, no es para tanto.
ROLANDO: Claro. Por ahí lo podemos agregar a la propaganda.
EL HIJO DE ARGULLA: (Envenenado, mira fijo la incipiente panza de Rolando) ¡Dale! De paso, podemos agregar uno que diga .Mirá, mirá el mondongo que tengo, parezco un cerdo.. ¿Qué te parece?
(Gran silencio. Todos miran de reojo al Cliente, que es bastante obeso. Este frunce el ceÑo. El Hijo de Argulla se pone pálido)
EL HIJO DE ARGULLA: Este. Yo. Lo que quería decir es.
EL CLIENTE: Me parece que quedó bastante claro.
EL HIJO DE BACCELI: ¿Nos puede dar la plata ahora?
EL HIJO DE ARGULLA: En ningún momento quise insinuar que usted pareciera un cerdo.
EL CLIENTE: Mirá, pibe, en otro momento me hubiera ofendido, pero acá me parece que mostraste la hilacha. Yo no sé si sabés que la obesidad es una EN-FER-ME-DAD. Yo lo he intentado todo. Dietas, gimnasia, liposucción. ¡Y nada! Sigo morfando a lo bestia. Los mejores médicos no han sabido cómo ayudarme a modificar esta conducta. Ahora, si la idea de la propaganda es reírnos de las enfermedades de la gente, la verdad es que.
EL HIJO DE ARGULLA: ¡Pero no, pero no!
EL CLIENTE: No sé si queremos “linkear” este tipo de humor enfermo a nuestro producto.
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: Nos podemos ganar una denuncia por discriminación.
EL HIJO DE ARGULLA: Por favor, disculpen, estaba un poco molesto. Yo lo quería joder un poco a Rolando.
ROLANDO: Me parece que eso no te justifica. Te fuiste al re carajo.
EL HIJO DE ARGULLA: (Se vuelve a cabrear) Tenés razón, a lo mejor tendría que haberle dicho algo sobre el olor a chivo que trae siempre.
EL CLIENTE: Ah, eso es verdad.
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: Sí, yo nunca me había animado a decírselo, pero.
EL CLIENTE: Es una falta de respeto.
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: Es una falta de respeto.
ROLANDO: Perdón, perdón, pero no sé si saben que lo mío es un problema hormonal.
EL HIJO DE BACCELI: ¿Sí?
ROLANDO: Justo de acá me voy al endocrinólogo. La verdad que te re sarpaste, Argulla. No me parece que sea para tomarlo a la joda. ¡Es una enfermedad! Hay chistes y chistes.
EL HIJO DE ARGULLA: Pero.
ROLANDO: (Se quiebra) Siempre tuve problemas por eso; con mi familia, mis amigos, con las chicas. Ahora, de grande, lo piloteo y gasto fortunas en productos cosméticos. Pero es una cruz, una carga que llevo con amargura. No, no me parece que sea para reirse.
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: (Un poco afligida) No te pongas así, Rolando.
EL HIJO DE BACCELI: Bueno, pero hay un remedio muy conocido para ese problema: Se llama .ducha..
ROLANDO: Ah, ya veo por qué son amigos. Y bueno, prefiero ser .oloroso., como ustedes dicen, pero de vez en cuando dejar una propina.
EL HIJO DE BACCELI: ¡Ah! Por si no lo sabés, lo mío es parte de un problema SERIO de retentividad anal. Lo vengo discutiendo con mi psicólogo desde hace aÑos y no te creas que la vida para mí es fácil. Las novias no me duran porque creen que soy un amarrete, y además los mozos me escupen la comida. Es una enfermedad; no es para reírse. Yo creo que tiene que haber unos límites para el humor. Si no, si quieren, vamos y le patreamos los bastones a los viejitos, van a ver qué divertido.
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: (Hace una risita) Pero, ¿y cómo se llama esa enfermedad? ¿Amarretitis?
EL HIJO DE BACCELI: Ah, disculpame que no te entendí el chiste, como no te sacás la papa de la boca.
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: ¡Ah, muy bueno lo tuyo! (los ojos se le llenan de lágrimas) Por si no lo sabés, estoy haciendo un tratamiento desde hace aÑos para sacarme este acento de Zona Norte, para poder comunicarme bien con todos los sectores sociales con los que interactúo en el día a día. Y no hay caso, el fonoaudiólogo dice que lo mío ya es PA-TO-Ló-GI-CO. ¡Entendés? Una EN-FER-ME-DAD. ¡No, se ve que no tenés límites!
(La asistente del Cliente se cubre el rostro con las manos, sollozando. El Cliente le da unas palmaditas y mira severamente al Hijo de Bacceli. Se produce un ambiente muy lúgubre)
EL HIJO DE ARGULLA: Bueno, bueno, ¿por qué mejor no volvemos a la campaÑa?
EL CLIENTE: Y bueno, veamos.. ¿Estás bien, Lidia?
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: Sí, sí.
EL CLIENTE: ¿Cómo dijiste?
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: Dije .sí..
EL CLIENTE: Ah, perdoná, a veces no se te entiende bien.
(La asistente vuelve a sollozar. El Cliente mira como dicendo .¿Y a esta qué le pasa?.)
EL HIJO DE ARGULLA: Bueno, veamos, gag por gag, me parece que el más gracioso es este, del tipo que sale con los ojos medio cerrados por el flash, y.
JOVEN PUBLICITARIO 3: Perdón, yo quería decir, no me animaba, pero yo tengo ese problema también, y es por untema de fotosensibilidad bastante grave, voy al médico desde los nueve aÑos. Dicen que puede tener implicancias graves. De hecho (se le quiebra la voz) mi viejo falleció de eso, por las luces altas de un camión.
ROLANDO: Ah-ah-ah, eso nos puede traer flor de quilombo.
EL CLIENTE: Yo creo que con una enfermedad así tenemos que tener mucho cuidado.
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: (Habla por su celular) Cinthia, habla Lidia, escuchame, ¿podés meterte en Internet y averiguar sobre fotosensibilidad y si hay casos de denuncias por este tema en el Inadi, porfis? Y hacenos catorce copias y mandalo con una moto a la Agencia. Gracias.. Sí, en veinte minutos, ¿puede ser? Gracias.
EL HIJO DE ARGULLA: (Se queda en silencio unos segundos, perplejo. Luego, pasa al segundo ejemplo) Bueno. Acá está el de la chica que se le sale la bikini y.
PUBLICITARIO JOVEN 4: Me parece un poco fuerte, con el tema de los crímenes sexuales y la discriminación de género. Aparte, tengo una prima a la que se le salía la bikini todo el tiempo, porque tenía todas las articulaciones como vencidas. No sé cómo se llama la enfermedad, pero yo no jodería con eso.
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: (Habla por su celular) Cinthia, escuchame, disculpame que te joda, ¿te podés meter en Internet y ver algo sobre una enfermedad de que se te vencen las articulaciones y se te sale la bikini? Sí. Sí, sí, la bikini, la enfermedad es así. Porfis. Y chequealo también con el Inadi, y hacenos copias, pero otras, y mandalas en una moto, pero otra, cinco minutos después, gracias.
EL CLIENTE: Chicos, tengamos más cuidado, ¿no podemos hacer humor con más altura?
EL HIJO DE ARGULLA: (Alterado) Después está esta, que salta para agarrar el ramo en el.
ROLANDO: ¡Así murió mi hermana! (Estalla en llanto)
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: (Celular) Hola, Cintiha, porfis, averiguame en Internet sobre todos los casos de contusiones cerebrales mortales durante intentos de agarrar el ramo y mandame todo en una tercera moto. Gracias. Sí, antes de la seis.
EL HIJO DE ARGULLA: Escuchame, ¿podés por un segundo dejar de hablar por ese celular del orto?
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: (Le da un ataquer de llanto) ¡No, no puedo! ¡Es una adicción! ¿Podés entender eso? ¡Una A-DIC-CIóN!
EL HIJO DE ARGULLA: (Gritando y llorando) ¡Mi vieja es adicta a la heroína, eso es una adicción en serio, hija de puta!
(Se produce un gran revuelo. Todos lloran y gritan. El Cliente empieza a arrancarse los cabellos del bigote. El único que mantiene la calma es el Hijo de Argulla, que aprovecha para llevarse los maletines con sendos millones de dólares que tiene el Cliente bajo la mesa, luego hacen la campaÑa, luego la compaÑía reibe una denuncia por discriminación contra la gente poco fotogénica, la compaÑía quiebra y el liente sale a matar gente pero no le sale, y su caso aparece en todos los programas humorísticos pero a él no le parece que sea para reirse porque con algunas cosas no se jode)
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