.Mucha gente afecta compasión ante aquellos que con una cucharita pretenden evitar que el gas carbónico abandone los vinos espumantes. Los miran y es como si dijeran: .pobres almitas de Dios, no saben lo que hacen; modernas Danaides que lo mismo intentarían tomar con un tenedor el agua que han servido usando el colador del mate..
.Pero en realidad, lo de la cucharita no es una práctica supersticiosa: la velocidad a la que se difunde el gas por el pico de la botella es proporcional a la cuarta potencia del radio de la abertura. El efecto aproximado de la cucharita es el de dividir el pico de la botella en dos conductos de radio igual a la mitad del radio original. El flujo del gas se ve disminuido en un factor 8. Si la botella destapada guardaba su vigor durante 15 minutos, usando la cucharita lo hará durante 2 horas. No es poco vivir 8 veces más de lo previsto.
.El fenómeno se manifiesta también en el desagüla ducha: a veces, uno mira desde las alturas que el agua, inexplicablemente, tarda en discurrir por la salidera, inundando nuestros pies en agüabonosa. Pero al inspeccionar mejor, el tacto casi siempre revela unos pelos montados en las cruces del desagüos que sería difícil atribuir el taponamiento. Sin embargo, una vez retirados estos pelos el agua baja sin dificultad.. ¡Mirá vos! La versión televisiva y sensacionalista de esta experiencia emplea una baÑadera llena de champán. (Fuente: El lector Sacarías, que manifiesta que .este dato ha sido madurado durante al menos 12 aÑos y surge de conversaciones mantenidas con mi ex-compaÑero E.H., que en lo de la ley de Poiseuille la tenía muy clara. Además, reclamo para este dato la mayor concentración de diéresis jamás empleada.. Probabilidades de exactitud: 100 %, por lo de las diéresis y lo de la ley de Poiseiulle y aparte porque lo leí rápido y mucho no entendíua)
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