lunes, 8 de mayo de 2006

¡ARGULLA & BACCELI PLANTEAN UN NUEVO CONCEPTO éTICO QUE AMENAZA CARCOMER LAS BASES MISMAS DE NUESTRA SOCIEDAD!





(Nuestras cámaras se introducen en la reunión donde se propuso la idea para ese afiche que muestra un helado individual, acompaÑado por un slogan que reza “Ser egoísta no está mal”)


ARGULLA: (Terminando su presentación en Power Point) … Y abajo se lee, en letras grandes y legibles “Ser egoísta no está mal”.

EL CLIENTE: (Interpretado por el que hace de dueÑo de casa en “La Fiesta Inolvidable”. Golpea la mesa, entusiasmado) ¡Bravo! ¡Es exactamente lo que deseaba para mi producto. Es fresca, joven, moderna, irreverente, directa, precisa, clara, polìcamente incorrecta, muy “in”, llamativa, pregnate y útil. ¡Genial!

LA ASISTENTE DEL CLIENTE: (Mira a Argulla, arrobada, y revolea los ojos con coquetería) Ay, Argulla… ¡Cómo hace? ¿No tiene miedo de que se le acaben las ideas? “Ser egoísta no está mal”. ¡Es perfecto!

ARGULLA: Bueno… Gracias… La verdad es que fue un esfuerzo de todo el equipo.

BACCELI (Sonriente): ¡Daaaale, Argulla, no seas modesto, deciles, deciles que estuvimos TODA LA SEMANA devanándonos los sesos, quedándonos hasta las cuatro de la maÑana, que preparamos toda una campaÑa basada en un pingûo que se llamaba “Heladín”- se me había ocurrido a mí – y que la íbamos a presentar aunque no nos convencía mucho, y que de un día para el otro viniste vos, con esta idea, después de dormirte una siestita, y a todo el equipo le pareció tan BRILLANTE que nos cerró por completo!

ARGULLA: (Ruborizado) Bueno, bueno, no fue tan así tampoco…

BACCELI: ¡Pero sí, aceptá que sos TAN GENIO que enseguida estuvimos de acuerdo en tirar mi idea a la BASURA! Es más, tenemos un temita pendiente, permiso…


(Bacceli saca de su portafolios un montón de papeles con el dibujo de un pingûo muy simpático y los tira sobre la mesa)


BACCELI: Acá está, ¿no es simpático? Claro que no es BRILLANTE e INGENIOSO, como Argulla, así que mandémoslo ASL INFIERNO DE LAS MALAS IDEAS DE DONDE NO DEBIó SALIR NUNCA!


(Rompe los dibujos en pedacitos, con violencia contenida. En ningún momento se le borra la sonrisa del rostro. Al final tira los papelitos por el aire, como si fuera papel picado)


BACCELI: ¡Bummmm!!! ¡Hasta nunca, “Heladín”! ¡Ja, ja, ja, ja, ja!


(Se produce un silencio muy largo e incómodo. Todos miran hacia abajo, o al costado, sin atreverse a cruzar miradas)


ARGULLA: (Sin mirar a su socio) Bueno… En fin… La cosa es que… ¿Vamos con “Ser egoísta no está mal”?

EL CLIENTE: Sí, sí… Si a todos les parece bien…

BACCELI: (Eufórico) ¡A mí ni me pregunten, a mí me parece bárbaro! Capaz que “Heladín” tendría alguna objeción, pero ya no está entre nosotros, ja, ja, ja, ja!


(Rolando, el posible productor gráfico de los afiches levanta la mano)


ROLANDO: A mí no.

ARGULLA: ¡Ah, qué raro! ¡A vos no! ¿Y se pude saber por qué?

BACCELI: ¡Cómo te atrevés a cuestionar al Intocable Rey del Maravilloso Reino de la Propaganda!

ARGULLA: “Publicidad”. Y calmate un poco, Bacceli.

BACCELI: Sí, sí, perdón. ¡Perdónenme, perdónenme! No sé qué me pasa…

ROLANDO: Mirá, me parece RE BáSICO, resulta solamente que ¡Ser egoísta Sí está mal!


(Todos se quedan pensando unos segundos. Argulla abre la boca para decir algo, pero luego la cierra. Está confundido. Se cruza de brazos, ofuscado)


ROLANDO: Es como decir “Ser estafador no está mal”, o “Ser un golpeador de ancianas está bien”. Es incorrecto, éticamente hablando.

ARGULLA: Ah, ¿y tener una productora de gráfica y pagarle monedas a tus pintamonas para que laburen CATORCE HORAS está bien?

ROLANDO: (Finge no entender) ¿Qué estás insinuando?

BACCELI: (Radiante) Chicos, chicos, no se peleen, tenemos que solucionar el complicado problema que plantea la idea de Argulla

EL CLIENTE: Claro, claro, por ahí tiene razón el seÑor Rolando. Capaz que se podría hacerle alguna pequeÑa modificación, ¿no?

ROLANDO: Podría ser “Ser generoso está bien”.

LA ASISTENTE DEL CLIENTE: Aaaah, ahí está, puede ser, ¿no, Argulla? Y no se pierde su idea.

ARGULLA: ¡Sí que se pierde! ¡No tiene nada que ver! ¡Se pierde todo el sentido!

ROLANDO: Bueno, bueno, yo no te digo que vaya a salir DE UNA la solución para SALVAR TU IDEA. Hagamos un poco de “Brainstorming”.


(Argulla resopla. Bacceli lo mira con una sonrisa de oreja a oreja. Se quedan todos pensando en silencio durante unos quince minutos, en el “brainstorming” más pobre de la historia de la publicidad)


PUBLICITARIO JOVEN 1: ¡Ya sé! “Helados… Montoto – no quiero andar diceindo marcas, ya saben cómo es esto de la publicidad. Mucho màque un helado”.

PUBLICITARIO JOVEN 2: ¡Pará! A ver qué te parece esto: “Helados… Magoya. Simplemente, un helado.” ¿Qué tul?


(Nadie dice nada. Pasan otro diez largos y pesados minutos. Se escucha una que otra tos esporádica)


ROLANDO: (Se ilumina) ¡Ya está! (Dibuja un cartel imaginario en el aire) “Ser egoísta está mal, pero…”


(Mira a todos sonriendo. Todos lo miran con una semisonrisa – menos Argulla, que no sonríe, y Becceli, que sonríe abiertamente – , esperando que termine la frase)


EL CLIENTE: “…pero…”

ROLANDO: (Asiente) “…pero…”

EL CLIENTE. “…pero…”

ROLANDO: (Vuelve a asentir, como diciendo “justamente”) “…pero…”

EL CLIENTE: (Empieza a perder la paciencia) “…pero…”

ROLANDO: “…pero…”, nada. Termina ahí. ¿Se entiende? “Ser egoísta está mal, pero…”


(El cliente mira confundido a su asistente, buscando una explicación. No la encuentra. Los demás permanecen en silencio, entre exasperados y con cara de embole)


EL CLIENTE: No entiendo. La frase tiene que terminar.

ROLANDO: (Ofuscado) No, no, se da por entendido. Es como si dijera:”Ser egoísta está mal, pero nuestros helados son tan exquisitos e irresistibles que usted no dudará en cometer esta grave falta moral con tal de comérselo solo.”

EL CLIENTE: Aaah, esa está buena. ¿Y por qué no ponemos eso?

ROLANDO: ¡No! No. Es muy largo.

PUBLICITARIO JOVEN 1: ¿Y si lo ponemos en una letra más chiquita?


(Todos empiezan a discutir al mismo tiempo. Argulla está rojo de exasperación y se araÑa el rostro con las manos. Por fin, Bacceli corta la discusión golpeando estruendosamente un regalo empresario contra la mesa)


BACCELI: ¡SeÑores! SeÑores, no quiero pecar de oportunista, pero sólo quiero decir una palabra (Muestra un dibujo del pingûo, que ha reconstituido con cinta scotch a lo largo de la reunión): ¡”Heladín”!


(El cliente acepta entonces lanzar la campaÑa construida alrededor de la figura de “Heladín”, pero ocurre que el muÑequito, por un extraÑo efecto óptico de su diseÑo, produce serios trastornos intestinales a sus consumidores, que inician juicio inmediatamente. El Cliente quiebra, se vuelve loco y luego sale a matar gente)


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