Dificilismo estimado de la lectura: 1.045, y arriba y arriba que con un poco de esfuerzo esto no lo va a entender ni Dios.
Están entre nosotros. No, no son pequeÑos hombrecillos verdes. Tampoco los detectaremos a través de sus meÑiques rígidos como ocurría en la serie “Los Invasores”.
Aparentemente la tecnología para el camuflage extraterrestre ha avanzado muchísimo desde los aÑos cincuenta, por lo que no tenemos demasiadas esperanzas de descubrirlos a través del sentido de la vista. Mientras tanto, nuestra tecnología para descubrirlos está en paÑales. Por lo menos entiendo que no contamos con esos anteojos de la película aquella de John Carpenter, que gracias a sus bajos costos de producción podían distribuirse masivamente.
Por suerte contamos con el estreÑimiento mental de los invasores, que a pesar de sus largos aÑos de preparación, estudio de nuestro comportamiento y talleres de Arte Dramático con el Norman Briski de Ganímedes, no logran desprenderse de sus prejuicios personales: Así, un sutil mecanismo psicológico (y un poco de asquito) les impide declararse abiertamente como parte de nuestra especie.
Y entonces su cuasi sobrenatural disfraz se desbarata, al encabezar sus mails con la palabra “gente”.
Yo no sé si ustedes se dan cuenta de lo burdo de la confusión. Como el agente infiltrado en los partidos de izquierda, que exagera su papel y trata a sus compaÑeros de “camaradas” y menciona cada dos palabras el Materialismo Histórico y la Plusvalía, incluso cuando pide un café, los alienígenas creen que entre nosotros nos tratamos de “gente”.
¡Nada más errado! Los seres humanos ya damos por descontado que nuestros interlocutores también son seres humanos, y por eso vamos un paso más allá, utilizando tal vez el peronacho “compaÑeros”, el abstracto “a todos”, el confianzudo “amigos” y el ya mencionado comunardo “camaradas”. ¡Pero nunca nos trataríamos de “gente”, dando un paso atrás en el conocimiento íntimo que tenemos de nuestra raza!
Vean estos ejemplos y cuéntenme si no suena cuando menos sospechoso:
“Gente: Estoy juntando plata para Fernández, de Contaduría. Por favor mándenme los treinta pesitos a mí que yo después compro el regalito, lo único después no me anden preguntando cuánto se juntó en total porque queda feo. Gracias.”
“Personas: Estamos buscando dadores de sangre – ese líquido oscuro que tienen adentro – para la mamá de Fernández de contaduría. Por favor, avísenme a mí que estoy haciendo la lista y también mándenme a mí los treinta pesitos para el bono de donación que piden en el hopspital, por favor les pido que después no anden haciendo averiguaciones en el hospital acerca de este bono – del que seguro no han oído hablar, es una nueva medida del Ministerio de salud – porque está en juego la vida de un familiar.”
“Seres Humanos: Estamos organizando un picnic para el día de la Primavera, la idea es juntarnos a la hora del almuerzo – esa ceremonia gastronómica diaria donde ingerimos nutrientes orgánicos para que nuestros primitivos cuerpos puedan seguir funcionando – en Corralitos y Desembargador Barroso. Por favor que cada uno traiga su vianda y mándenme los treinta pesitos a mí para la tasa de encuentro en esquinas – una nueva disposición de la Secretaría de Parques y Paseos – y les pido como favor personal que no discutan mucho sobre esto – lo de la plata – porque no sé si saben del inminente plan de despidos masivos donde se pondrá el foco en falencias como la falta de compaÑerismo y la avaricia.”
“Inferiores Unidades de Carbono: Tenemos que organizar las vacaciones – esa suspensión periódica y reglamentaria de la producción de bienes y servicios con el objeto de reparar nuestros débiles y ridículamente limitados mecanismos neurológicos – y el supervisor – esa primitiva figura de autoridad que debemos acatar al no contar con una Computadora Madre de Interconexión Universal e Inalámbrica – dijo que nos organicemos entre nosotros para ver quién se va cuándo. Por favor mándenme los treinta pesitos a mí – dinero, esas piezas en metal o pulpa vegetal de valor simbólico que utilizamos para sostener nuestra delicada estructura social y económica, ya que aún no hemos descubierto el Bio-capitalismo Entrópico de Integración Mono-Social Boláryïgg (no encuentro una palabra en nuestro primitivo idioma para traducir esto último) -, lo único después no anden preguntando para qué es – queda feo – y sobre todo por favor no estén sospechando que ando mangueando guita para financiar la base de una Antena Parabólica Gigante de Control Cerebral, que queda re mersa.”
¡Desenmascaremos urgente a estas criaturas antes de nuestro genocidio inminente! ¡Juntemos firmas, hagamos marchas del silencio y revivamos los difuntos cacerolazos clamando por la creación de un Ente de Control Estatal que se dedique a la vivisección compulsiva de quienes utilizan estos encabezados, antes de que nos despertemos encadenados a una noria físico-mental dedicada a hacer funcionar el generador de luz blanca que alimenta vía fotosíntesis a las larvas de reproducción geométrica de esta Malvada Especie portadora del Odio Cósmico!
RESUMEN FACILISTA DE LA NOTA: ¡Los que dicen “gente” son marcianos o cómo mínimo son MEDIO RAROS!
Publicado a las 10:45 a.m.
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