La presente Enciclopedia se esfuerza por mantener la objetividad en el análisis de sus ítems, procurando sólo en contadas ocasiones festejar o lamentarse por la existencia de determinado “coso”. Esta es, sin embargo, una de esas pocas ocasiones en las que nos sentimos aliviados, hasta alegres tal vez, por constatar la desaparición del Dispositivo de baÑo público para enjabonarse las manos de tipo asqueroso, reemplazado actualmente por máquinas que expiden jabón líquido o simples pastillas de jabón.
No puede decirse que el coso en cuestión, consistente en una manija giratoria en cuya punta permanece, empalada y al alcance del usuario un pan de jabón de forma ovoide sea poco práctica, ya que el jabón queda en un lugar cómodo y accesible para el eventual lavante. Es sólo la maniobra necesaria para hacer uso del jabón lo que lo hace indeseable: tal como observara alguna vez el Sr. Pablo E. Fayó, dibujante y cantor de tangos, “hay que masturbarlo”.
Intuimos que lo chocante del procedimiento, tal vez sugerido al diseÑador en forma subconsciente por las actividades indecentes (admisibles sólo en situaciones de auténtica intimidad, acompaÑada por ternura y amor y en lo posible dentro del matrimonio) que el imaginario popular atribuye a baÑos públicos de toda laya, lo que ha decretado la desaparición del artefacto.
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