(Nuestras cámaras espían la reunión donde se presentó la idea para el afiche del .mapa de la inseguridad. donde hay como un tipo corriendo llevándose una valija con dos millones de dólares y un viejo pelado agitando los brazos como en una película cómica. El Hijo de Argulla termina de mostrar el boceto diseÑado en Photoshop, que es exactamente igual al afiche final, pero acá cobramos primero por boceto y después por diseÑo final así que no hay que escatimar ningún paso)
EL HIJO DE ARGULLA: …Y abajo dice .Hagamos un mapa para empezar a defendernos.. Como para que no se entienda que estamos interfiriendo con la labor de la Policía, ¿no?
EL CLIENTE: (Interpretado por el que hace de dueÑo de casa en .La Fiesta Inolvidable.) Claro, claro, entiendo.
EL HIJO DE ARGULLA: Porque si no, diría .para defendernos., y tampoco es cuestión de despertar falsas expectativas.
EL CLIENTE: Se entendió, se entendió.
EL HIJO DE ARGULLA: Para que la gente no crea que, por mirar el mapa, va a evitar que la asalten. Para poner la utilidad de el mapa, digamos (traga saliva), la relativa utilidad del mapa en su justa medida.
EL CLIENTE: (Enarca una ceja) Bueno…
EL HIJO DE ARGULLA: Porque si no, es .publicidad engaÑosa. y yo tampoco quiero quedar p…
EL CLIENTE: (Carraspea) Bueno, pero tampoco menospreciemos el mapa, ¿no? Porque si no le tienen fe al producto capaz que lo llevo a lo de Yang & Brautigan que son gente muy profesional y eficiente.
EL HIJO DE BACCELI: (Rápido) ¡Para nada, Sr. Clutterbuck-De Narváez! Yo lo consulto todos los días y armo mi itinerario según la cantidad de flechitas que aprecieron. Acá mi socio el Hijo de Argulla también, ¿no, Raimundo?
EL HIJO DE ARGULLA: Bueno… Eeeeehhhh…
EL HIJO DE BACCELI: Además, ¿le gusta la idea o no le gusta la idea? Además acuérdese que cobramos por boceto.
EL CLIENTE: (Haciendo un cálculo mental rápidamente) Bueno. No, sí, está bien. SeÑorita, entréguele a los muchachos su paga.
(La Asistente del Cliente extrae de abajo de la mesa cuatro maletines con un milón de dólares cada uno. El Hijo de Bacceli extiende la mano, muy excitado y repitiendo en voz casi ininteligible las palabras .Venga con papito, venga con papito.. El Hijo de Argulla lo mira con algo de desprecio. Entonces, Rolando .el fotógrafo que debe realizar la foto para el afiche- levanta la mano)
ROLANDO: ¿Puedo opinar?
(La asistente vuelve a guardar los maletines bajo la mesa. El Hijo de Bacceli gruÑe y mira a Rolando con ojos satánicos, como con un fueguito)
ROLANDO: Hay una cosa que no me cierra. ¿Por qué la víctima tiene un revólver en la mano? ¿No estamos incitando a que la gente se arme en defensa propia?
EL HIJO DE ARGULLA: ¿Cómo?
ROLANDO: Aparte, el asaltante éste que lo persigue, ¿no debería él a su vez, estar armado? Para que sea más amenazador.
EL HIJO DE ARGULLA: ¿Pero qué estás diciendo?
EL CLIENTE: (Le explica a Rolando, por lo bajo, tratando de ayudarlo) Es al revés, es al revés…
EL HIJO DE ARGULLA: ¿Cómo que lo persigue?
ROLANDO: Perdón, ¿el ladrón no es el seÑor que está adelante?
(Hay unas risitas medio sarcásticas y bajitas)
EL CLIENTE: No, no…
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: No, no, na que ver, no es ése…
ROLANDO: Me parece que no entendí.
EL HIJO DE ARGULLA: (Condescendiente) No, no, Rolando querido, no. El ladrón es el pibe, con gorra de ladrón y revólver de ladrón, que se va corriendo con el maletín del seÑor de adelante. Me parece que está claro, ¿no?
ROLANDO: Pero, ¿entonces por qué el otro afiche dice .Llamá a tal número. y .Entrá a la página tal y tal.?
EL HIJO DE ARGULLA: ¿Cómo?
ROLANDO: Claro, claro, si la víctima es un seÑor mayor, ¿no deberíamos decirle .Llame. o .Entre.?
EL HIJO DE ARGULLA: Bueno, es una cuestión de lenguaje, de….
ROLANDO: Porque si no, es una falta de respeto. Capaz que a mí me educaron de otra manera pero yo a un seÑor así, pelado y canoso y con traje no lo tuteo.
EL HIJO DE ARGULLA: Bueh, pero si vos también te estás quedando pelado, Rolando…
(Mira al Cliente, que está completamente calvo y se queda medio como nervioso. El Cliente mira a un costado, como diciendo .buéh.)
EL HIJO DE ARGULLA: (Medio nervioso) Igual, se puede ser juvenil y estar pelado, a mí sin ir más lejos se me están volando unas chapas, o sea…
EL HIJO DE BACCELI: Por favor, Raimundo, por favor.
EL CLIENTE: (Tratando de cerrar el tema) Bueno, entonces, ¿vamos con el cambio propuesto por Rolando?
ROLANDO: Dale.
EL HIJO DE ARGULLA: ¿Cómo? ¿Cuál?
ROLANDO: Que diga .llame. y .entre. en lugar de .llamá. y .entrá..
EL CLIENTE: Eso es. SeÑorita, abónele a los muchachos, se pasaron , estuvieron bárbaro, éxitos, etc.
EL HIJO DE BACCELI: (Se para para agarrar los maletines. Se babea un poquito) Buenísimo, chicos, entonces podemos dar por cerrada la campaÑa, como para recibir el aÑo con un comienzo auspiciosísimo. Felicidad, ¿eh?
EL HIJO DE ARGULLA: (Con los cachetes colorados, medio enojado) No, pará, cerrada un carajo.
(La asistente vuelve a guardar los maletines. El Hijo de Bacceli los mira desaparecer, descorazonado)
EL HIJO DE ARGULLA: Yo cuando redacto una campaÑa es por algo. Si puse “llamá” y “entrá” es por una regla básica de la publicidad, captar al público joven. Si no, estamos dejando afuera un “target” inmenso.
EL CLIENTE: Ah-ah-ah, entiendo.
EL HIJO DE ARGULLA: Queremos que la juventud se sienta identificada, ¿entendés, Rolandito querido? ¿Ves que no hay que meter mano así porque sí?
ROLANDO: Pero escuchame, ¿vos qué querés, que los pibes de ahora se identifiquen con un JOVATO GARCA DE TRAJE Y CORBATA? ¿En qué planeta vivís?
EL HIJO DE ARGULLA: Uh, pero qué prejuicioso. No tiene por qué ser un garca. Capaz es un seÑor que vendió su casa, ¡y el ladrón se le llevó toda la guita!
EL HIJO DE BACCELI: Claro, o capaz la plata era para llevársela a unos huerfanitos.
EL HIJO DE ARGULLA: Claro.
EL HIJO DE BACCELI: Unos huerfanitos que viven abajo de un puente, rodeados de piraÑas. Y tenían una mantita, toda agujereada, para taparse de la nieve, y las piraÑas le morfaron la manta, y los huerfanitos se mueren de frío bajo la nieve del Amazonas (de donde salieron las piraÑas), y el seÑor es un pobre huérfano de 60 aÑos que vendió su casa, su casita agujereada en la villa miseria rodeada de nieve y piraÑas y elefantes, para comprarles otra mantita agujereada.
(Hace que llora, muy exageradamente. El hijo de Argulla lo mira disgustado)
ROLANDO: (Escéptico) Claro, claro. Si el tipo tiene una cara de garca que se cae.
EL HIJO DE ARGULLA: (Re caliente) ¡Pero si está de espaldas!
ROLANDO: No importa, se nota. Aparte ese traje, ¿sabés lo que debe salir ese traje? La verdad es que ustedes los publicitarios jóvenes dan miedo, ¿eh? Tratando de que los pibes de ahora se identifiquen con el Poder Económico. Como si no vinieran ya bastante fachitos.
EL HIJO DE ARGULLA: (Desconcertado) ¿Qué?
ROLANDO: No, nada, nosotros aunque sea teníamos ideales.
EL HIJO DE ARGULLA: (Indignado) ¡Pero qué te hacés el montonero si siempre te dedicaste a hacer publicidad! ¡Sos un chanta! ¡Chanta!
ROLANDO: No, no, pero siempre me involucré en proyectos donde tratábamos de bajar alguna línea. De mandar algún mensaje por abajo de la mesa, de resistir a la Dictadura.
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: (Con admiración levemente impostada) ¿Ah, sí?
ROLANDO: Y, sin ir más lejos yo empecé como meritorio en la campaÑa del vino Termidor, donde aparecía el personaje del “Tío Francés”.
EL CLIENTE: (Sonríe con nostalgia) Ahhhh, sí, sí, ¡yo me las acuerdo!
ROLANDO: El tipo era una especie de bon vivant, un espíritu libre. Tenía un barco, qué se yo. En fin. Era nuestra forma de protestar contra la opresión.
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: ¡Qué bárbaro, no sabía nada! Te felicito, Rolando.
ROLANDO: (Modesto) Qué se yo, no te digo que fuera un héroe, pero fue una forma de aportar nuestro granito de arena.
EL CLIENTE: (Con rostro circunspecto) Bueno, bueno, todos hacíamos lo que podíamos. Sin ir más lejos yo en esa época tenía una pequeÑa empresa de mapas ruteros. Y cuando vino el Golpe las localidades que tenian algún rango militar en el nombre (p. ej., Coronel Suárez) las ponía en una letra más borrosa. Qué se yo, por ahí parece una pavada, pero era lo que se podía hacer en ese momento.
ROLANDO: ¡Claro, claro! Totalmente.
EL HIJO DE BACCELI: Y, sí, era jodido. Yo también en su momento hice mi aporte.
EL HIJO DE ARGULLA: (Furioso) ¡Pero si vos naciste en el 82 como yo, hijo de puta!
EL HIJO DE BACCELI: Y te parece poco, en plena guerra. Hay que tener huevos.
ROLANDO: La cosa es que ahora los pibes vienen muy ignorantes de nuestro pasado reciente. Muy poco ideologizados.
EL CLIENTE: Sí, y ahora están todos con la pavada esa de los I-pods y los jueguitos. Y los “flog”s.
ROLANDO: Y, fueron diez aÑos de menemismo. (Al hijo de Argulla) ¿Vos tenés “flog”, Raimundo?
EL HIJO DE ARGULLA: (Se queda mirando por unos segundos, con rostro incrédulo, y luego estalla) ¿No, no tengo “flog”! ¡Y las reglas de la publicidad hay que respetarlas! ¡Si yo puse “llamá” y “entrá” es porque…!
ROLANDO: (Lo interrumpe) Otra cosa, me parece medio jodida la chinche esa que le quieren clavar al ladrón en el pie. ¿No se puede considerar apremios ilegales?
EL CLIENTE: (Alarmado) Ah, pará, no, ojo con eso.
LA ASISTENTE DEL CLIENTE: (Habla por el celular) ¿Hola, María Pía? Escuchame, andá a Internet y por favor bajá todo el historial que encuentres sobre el Tratado de San José de Costa Rica y los antecedentes sobre torturas con chinches y fijate hasta qué punto no es apologia de las violaciones a los derechos humanos incluir una chinche en un afiche, y ponémelo en el FTP, forwardeámelo a la Blackberry, subímelo a mi Facebook y a mi blog y a mi flog y a mi vlog y a mi Myspace, im´primilo, escanealo y fotocopialo por triplicado y mandámelo a la reunión. Sí ya sé que es día puente, pero igual. Es importante. ¡Graciaaaas!
ROLANDO: En vez de una chinche, ¿no se puede poner un negociador del FBI que lo convenza de entregarse?
EL HIJO DE ARGULLA: ¡No!!! ¡Es una boludez!
ROLANDO: Ah, los derechos humanos una boludez. No te digo, son todos fachitos.
(El hijo de Argulla se arroja sobre Rolando y trata de ahorcarlo. En la confusión, el Hijo de Bacceli sale y vuelve caracterizado de ladrón, con gorra y revólver, e intenta llevarse los maletines con un millón de dólares. Entonces la Asistente del Cliente toma una caja de chinches y se la aplasta contra la cara, el Hijo de Bacceli lanza unos gritos desgarradores y queda desfigurado, y desde entonces vive entre las sombras, jurando venganza contra el resto de la Humanidad. Los afiches salen así como están, y a partir de ese momento la delincuencia con chinches se incrementa en un 125 %, el Mapa de la Inseguridad es considerado mufa y el Cliente queda en la ruina y sale a matar gente. Con chinches. Pero antes de todo todo eso, los asistentes del brainstorming hacen un pequeÑo brindis, comen pan dulce y por un momento, sólo por un momento el mundo es más bueno y puro)
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