¡Acabáramos!

Bueno, ahora lo he visto todo. Resulta que este tipo, el piloto del avión que “acuatizó” (un eufemismo por “se cayó”) en el Río Hudson es un héroe. ¿El motivo? “Evitó una tragedia”. Porque no se murió nadie. Claro, evitó una tragedia después de estar a punto de provocarla. Es commo que, un suponer, yo escriba un post de mierda y después al final le agregue el chiste del gangoso que va a comprar un loro. “Uy, qué héroe, evitó un post de mierda”.

Hablemos claro al tipo se le cayó un avión. SE-LE-CA-Yó. Hizo MAL su trabajo, que consiste esencialmente en que el avión no se le caiga y, si es posible en llegar a destino y aterrizarlo en una pista asfaltada. No en el agua, matando patitos, pececitos y sea-monkeys (y gastando miles y miles de dólares en equipamiento costosísimo). Y en lugar de amonestarlo, despedirlo o lincharlo, lo tratan como una celebridad y el Alcalde de New York le da las lalves de la Ciudad y le hacen fiestas y la mar en coche. Bárbaro.

Ya veo al ofendido lector espetándome con el entrecejo surcado de arrugas de indignación: “¡Y vos quién te creés que sos? ¿Qué hiciste para andar hablando así de este Héroe de la Aeronavegación?”

Y yo le contesto: Y bueno, flaquito, sabés que hice: No se me cayó un avión. Eso hice.

¿Para cuándo mi MEDALLA? Miren, el Mapa del Alcoholismo ( enviado por el lector Ulises; recomendado por el Dr. Tranca).

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