En un pasado muy muy lejano, los conflictos legales se dirimían invitando al imputado a que levantase los brazos en dirección al cielo. El juez no la tenía nada fácil, ya que el criterio para declarar la culpabilidad o no del sujeto era el siguiente: si baja los brazos: CULPABLE, si los mantiene en alto ad infinitum, INOCENTE. De ahí la expresión que usamos hoy en día cuando queremos motivar a alguien que está viviendo una situación problemática: “¡No bajes los brazos!”. ¡Mirá vos! (Fuente: El lector Christian, que dice que no sabe, pero le parece que se lo escuchó una vez a Dolina. Probabilidades de exactitud: 88 %)
lunes, 15 de enero de 2007
Dato 498: No bajes los brazos
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