(Crítica de una película hipotética de esas de .cine dentro del cine.)
Jean Jaques y Valentine forman un matrimonio de cuarenta y tantos, en plena crisis, que vive en un acomodado barrio privado en las afueras de París; hasta aquí lo que podría ser una más de estas películas francesas de parejas en crisis. Pero a los pocos minutos se revela que la historia de Jean Jaques y Valentine es, en realidad, una película interpretada por Oliver y Danielle, una pareja de existosos actores, que, casualmente, está en crisis.
Esta es la premisa de .Caleidoscopio., un verdadero juego de .cine dentro del cine., y quiero aclarar que al decir esto no estamos diciendo que la película se pueda ver dentro de un cine, no, nada que ver, o sea, se puede ver dentro de un cine, pero no es por eso, aparte también se puede ver en video.
No. Es .dentro del cine. porque vemos una película donde se nos muestra la filmación de una película. Cada escena entre Jean Jaques y Valentine tiene su correlato en la .vida real., es decir, en Oliver y Danielle .en algunos casos exactamente igual, con la misma ropa y todo, aunque también puede tratarse de un error de edición.
Pero esta sería una más de esas películas de .cine dentro del cine., sino fuera porque Oliver y Danielle están interpretados por Lino Feudaille y Chantal Montpellier, dos exitosas luminarias del cine actual, y que además son pareja y .según nos enteramos en las revistas especializadas .están pasando por la típica crisis de la mediana edad. Es decir, un juego de .cine afuera del cine dentro del cine., donde la realidad y la fantasía se entrecruzan; más aún, cuando Jean Jaques y Valentine .que también son actores .son contratados para hacer una película, y se dedican a contar la historia ¡de Lino Feudaille y Chantal Montpellier!
Es difícil saber si la historia de los dos actores (los de verdad) inspiró la película o si .ya se sabe que la vida imita al arte -su crisis devino al leer el guión que les presentara el director Montparnasse (conocido por ser un psicópata y un genio del mal); sí es válido decir que el film toma ribetes realmente sorprendentes cuando Lino y Chantal (los de adentro de la película) interpretan a una pareja en crisis, pero otra, no la de Oliver y Danielle ni la de Jean Jaques y Valentine, sino la de Org y Urka, dos guerreros gemelos del planeta Bungo, vestidos con unos sugerentes atavíos de cuero y piel de chancho y armados de hachas.
Sin embargo, el verdadero giro de la historia ocurre cuando Lino Feudaille asesina a Chantal Montpellier en un ataque de celos. Pero no los de la .película dentro de la película., sino los de la .película afuera de la película., es decir, los de verdad, cosa que tuvo su correlato en la ficción, en la parte en que Oliver asesina a Danielle (aunque hubo que conseguir a otra actriz para interpretar a Danielle), en la parte en que Jean Jaques asesina a Valentine (aquí hubo que conseguir a otro Jean Jaques porque Lino Feudaille ya había sido arrestado) y en la parte en la que Org asesina a Urka con un hacha (que a pesar de ser gemelos tienen una relación incestuosa), y que el director resolvió mediante avatares en 3D. Como curiosidad podemos contar que el Lino de la ficción no asesina a la Chantal de la ficción .y, por supuesto, tampoco a la de la realidad, ya que eso es imposible. En vez de eso se compra una moto.
Pero donde realmente se ve la genialidad del director, es en las escenas del film donde actúan Org y Urka (que además de guerreros interplanetarios y gemelos incestuosos son actores), del que, además de ver el proceso de filmación, nos toca presenciar su estreno en un cine de un barrio del planeta Bungo, muy parecido al cine donde la hemos visto, y tamibén vemos a los espectadores que asisten a verlo, inspirados en los espectadores de la realidad. Es así como este desconcertante juego de .cine afuera del cine dentro del cine dentro del cine dentro del cine dentro del cine afuera del cine. nos plantea interrogantes inquietantes, como por ejemplo .¿cómo lo habrán hecho?., “¿tendrán una máquina?” y .¿por qué no eligieron a un actor más delgado para hacer de mí?. (bah, yo me pregunté eso). La realidad y la fantasía siguen entrecruzándose cuando un espectador de la ficción me dice a mí -pero el de la vida real -que le da asco que coma un sandwich de milanesa adentro de la sala. En cambio, el espectador de la vida real al que le molesta mi forma de alimentarme se limita a lanzar unos chistidos intermitentes, así que no le hago caso.
El final de la película es una verdadera sorpresa para todos, aunque a mi gusto le faltó realismo a la parte en que a Korggo .el espectador del planeta Bungo que vendría a ser yo.lo devora una babosa gigante de esas que aparecen en la nueva de King Kong. Bah, me parece a mí.
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