Escribe el Dr. Tranca
Premio Nobel de Facto de la Medicina Ilegal
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Por una vez tengo que concordar con el maricastaÑuela de Podeti (aunque desearía que esto no figure como precedente) a raíz de esa serie de chillidos de roedor con moÑo a lunares que lanzó ayer y que él intenta vendernos patéticamente como .campaÑa contra el Mundial..
Como profesional de la Medicina Ilegal no puedo sino estar en contra de esa patraÑa difundida por tanto manochanta suelto y que se conoce como .deporte.. Como todos sabemos, el deporte mueve innecesariamente los músculos poniendo en riesgo que se salgan de su lugar (como . por poner un ejemplo de la vida cotidiana – cuando tirás abajo una estantería de la biblioteca a la que fuiste para encontrar información sobre armas de guerra y te encontrás con que la vieja apestosa que atiende el garito te pide que no hagas tanto ruido con el masculino sonido de tus borceguíes aplastando los cráneos imaginarios de tus enemigos); agita los pulmones, corriendo el riesgo de aspirar excesiva .airina.; por fin, provoca tensión, cefalea, migraÑa, jaqueca (incluso dolor de cabeza), impotencia, tuberculosis y eventualmente muerte.
Y como hombre, tengo que decirlo de una vez por todas: los hombres de verdad no hacemos .ejercicio físico.. Moverse por moverse, contoneando las caderas, como una aldeana holandesa juntando florecitas y cantando con voz de soprano .soy una aldeana holandesa juntando florecitas. no es muy muy muy muy masculino. Y eso es, ni más ni menos, lo que hace cualquiera que se dedica a perseguir una pelotita por el prado. Es exactamente lo mismo. Por ahí es muy fuerte lo que voy a decir, pero eso y bailar es lo mismo.
Distinto es el caso de las mujeres. Las mujeres deben ejercitarse para que la lechonina que deben consumir día por medio . indispensable para tener el mínimo de .formas. que recomienda la OiMS (Organización Ilegal Mundial de la Salud) . no se desboque mucho. Y aparte la mujer sí tiene el derecho y la obligación de contonear las caderas, para adornar el mundo y la vista con su belleza y sus protuberancias (soy un feminista convencido), así que está todo bien.
No significa que los hombres no movamos un dedo. ¿Quieren saber para qué nos movemos los hombres? ¿Quieren saber como .ejercitamos.?
Los hombres denserio hombreamos bolsas en el puerto; empujamos los autos de los pobres maricarmencitas que se han quedado a pie y que no saben diferenciar entre un burro de arranque y una tricota de retención hidráulica; movemos muebles (esto de vez en cuando, porque si lo hacés demasiado ya sería .decorar. y yo no lo apruebo); y, por fin, nos agarramos a golpes con los subhumanos que se atreven a mirar a nuestras mujeres cuando las llevamos a un tugurio de mala muerte en Retiro (alguno me cuestionará que lleve a mis mujeres a un tugurio de mala muerte, pero hoy por hoy es la única forma de disfrutar de una buena gresca. Total, después les doy unos pesos para que se compren algo mientras pongo en su lugar al desubiqueti de turno y ellas tan contentas).
Que, por supuesto, no es lo mismo que .boxear., esa exhibición coreografiada entre dos sudorosos monigotes manoseándose en un altar de sacrificio de vírgenes.
Por lo tanto, adhiero a la opropuesta de Podeti (me parece increíble estar diciendo esta frase! . acerca de la prohibición del Mundial. Porque nos devolverá un poco de masculinidad perdida y además hace mucho que no se prohibe nada. Tranca y hasta luego.
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