Escribe el Dr. Tranca
Premio Nobel de Facto de la Medicina Ilegal
ayudemedrtranca@ubbi.com
El lector Juan Zeta me escribe:
.He leído sus reflexiones acerca del comportamiento poco masculino de los conductores etc., y creo que puedo aportar algo a sus raquíticos puntos de vista. (…) Mis ideas corresponden a lo que en términos militares llamaríamos .el pertrechamiento defensivo y ofensivo de la retaguardia. [Ronnsome, pág. 245-286]. ¡Tan fácil de llevar a la práctica y tan desproporcionado el beneficio etc.!
.Primera idea: .La bocina de atrás., técnicamente .Claxon Posterior.: Porque recibimos ofensas de conductores a nuestras espaldas, es inconcebible que hasta ahora ningún fabricante haya dispuesto bocinas apuntadas hacia atrás para contestar el ataque, ¡que digo contestar! para tomar por nuestra la iniciativa. Además, cuando tenemos que detenernos ocupando las líneas peatonales y un peatón pasa por detrás nuestro, merecido escarmiento el que le daremos. La espalda del hombre es sagrada.
.Casi un corolario del invento recién enunciado, es su contrapartida luminosa (literal y metafóricamente hablando). Se trata de las Luces Altas Traseras: porque es una inconsecuencia que se pueda encandilar a los de adelante y no a los de atrás, como diciendo: .Tú: tú no te acercarás., etc.
.¿Qué más puedo hacer? Humanidad, ahí teneís, componeos como podaís..
Gracias, Catherine, envío su propuesta a la A.C.I.O.S. (Asociación de Conductores Inseguros de su Opción Sexual).
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